El Desprecio

Clara Inés se defiende por haberse escapado, su única intención era buscar a su familia, los Santa María, noticia que sorprende a Velandró.

Clara desea que los Santa María la acepten para cumplir su sueño de tener una verdadera familia.

Clara necesita saber si es una Santa María; situación que afecta a Raúl, pues le ha mentido a su amada con la ayuda de sus amigos.

Edilio presenta a Clara y a su madre, Albornoz no cree que la mujer sea Pastora Lara, afirmando que ya conoció a la verdadera mamá de Raúl.

Nicolás lleva a Clara Inés a la mansión de Santa María.

Clara Inés desea que Pereto la lleve al lugar donde se encuentra Raúl, el chofer se asombra, quien deja entrever que ella no conoce una verdad de Raúl.

Tamara se presenta ante Clara Inés, quien se interesa en saber quién es la mujer.

Raúl ha metido a varias amantes en su apartamento de soltero; en el corazón de Clara nace un nuevo sentimiento hacia Raúl: el odio.

Fernando asegura a Giorgio que han atrapado a Cirilo Santa Maria; lo apremia para que se marchen de la mansión con su victima.

Raúl y Tamara reciben regalos por su aniversario de bodas; Velandró se incomoda al ver a Clara trabajando como doméstica en la mansión.

Raúl se siente decepcionado de Clara Inés al creer que ella tiene una relación amorosa con Edilio y Manuel Jesús.

Clara no cree que se pueda enamorar de Barón, aunque admite que el joven merece el amor de cualquier mujer.

Nicolás y Raúl sorprenden a Clara con la noticia de que está detenida por participar en negocios ilícitos, pero ésta les aclara la confusión.

Misael se niega hacerle el amor a Pastora porque ésta lo abandonó por ambicionar el amor y el dinero de Israel.

Ante lo comentado por Tamara, Clara Inés descubre que Campos no tiene problemas con su dentadura.

Pastora le dice a todos los de la casa que Clara Inés no puede entrar nunca más a la casa, y le grita que se largue.

Frente a Claudia y Elisa, Clara Inés está convencida de que Pastora está involucrada en la falsa enfermedad de Tamara y le es infiel a Raúl.

Frente a la rabia de Lara, Israel se niega a despedir a Pereto de sus labores; Portillo asegura que Colimodio le pagará con dolor lo que le hizo.

Clara practica sus ejercicios de dicción con la boca llena de piedras cuando Raúl la sorprende.

En un local nocturno, Raúl se dispone a desahogar sus penas con el alcohol cuando descubre a Gabriel dándole una serenata a Clara.

Con sus cuerpos semidesnudos, Clara y Raúl se encuentran felices de haberse amado.

Raúl enfrenta a Pastora por el amor de Clara; Velandró no está dispuesto a seguir amarrado a Tamara por sostener un compromiso.

Elisenda intenta convencer a Clara para que se tome el jugo que le ha preparado con el veneno.

Pastora está furiosa porque su hijo salvó a Clara Inés de tomarse la bebida envenenada.

Raúl indaga si Tamara sabe de qué desea hablarle el arquitecto.

Sin saberlo, Raúl le da a Clara la sopa que Elisenda ha preparado con la nueva dosis de veneno, siendo sorprendido por Tamara.

Tras intentar huir del sanatorio, Clara confunde a Raúl con Gabriel, dejando así que los enfermeros la acuesten sin problemas.

Clara Inés le confía a Edilio que es hija de Israel.

Ludmila, echa una fiera, desea revisar la casa de la montaña para enfrentar a Edilio y su “amante”, pero Gastón se lo impide.

Raúl averigua si Edilio tiene a Cirilo en la casa, pero el joven lo niega; Clara Inés se dispone a llevar a su amado al cuarto donde tienen a su “papá”.

Raúl está dispuesto a meter preso a Fabio si comprueba que quiso violar a Clara Inés.

Raúl le asegura a Clara Inés que cuentan con todo el tiempo del mundo, ella para perdonarlo y él para amarla; la pareja se besa enamorada.

Pastora va a buscar el botonier, se asusta cuando se clava la espina de una rosa y Barón propone sacársela con el filo del alfiler envenedado..

Pastora le revela a Cirilo que sus amigos estuvieron buscándolo, la malvada mujer apunta al hombre con su pistola dispuesta a matarlo.

Gabriel se presenta ante Clara Inés, la joven lo abraza feliz de comprobar que no está muerto.

Cirilo sorprende a Pastora y la somete, amenaza con matarla si a la mujer se le ocurre gritar pidiendo ayuda.

Clara le revela a Raúl que su complice fue Elisenda

Edilio llega con la policía que fue a arrestar a Clara; la joven insiste en su inocencia.

Pastora conversa con Elisenda sobre Cirilo cuando se percata de que el monitor cardíaco conectado a Raúl anuncia que el joven sufre una crisis.

Clara Inés y Berenice tratan de interceder a favor de Manuel frente a Israel, pero el señor insiste en que el joven debe irse de la mansión.

Octavia interroga a Lucely acerca de lo ocurrido con Manuel Jesús, la joven se finge ofendida por las insinuaciones de su madre.

Israel, enfurecido, apunta con su arma a Misael decidido a sacarlo de su camino. Pastora se interpone defendiendo al padre de sus hijos.

Gabriel irrumpe en la habitación de Clara Inés dispuesto a hacerle el amor.

Israel conversa con Raúl sobre el incidente ocurrido con Lucely cuando aparece Clara Inés buscando ayuda para ir a hospicio a ver a Rafael.

Gabriel se presenta en la clínica donde está hospitalizado Rafael para ver a Clara Inés. Le pide al enfurecido Raúl que se quede con el niño.

Clara Inés decide llevarse a Rafael a la mansión para poder cuidarlo mientras se recupera de su operación; Raúl apoya su decisión.

Pastora está convencida de que Clara Inés es cómplice de Gabriel en la denuncia que puso en la policía.

Raúl irrumpe en la baño de mujeres decidido a aclarar las cosas con Clara Inés.

Clara y Raúl están explicándole a Rafael que las cosas no pueden ser como él desea. Llega Gabriel a buscar a Clara para hacer un viaje importante.

Berenice observa fijamente una navaja, si Israel ni le va a permitir ser feliz al lado del hombre que ama, no le interesa seguir viviendo.

Clara Inés conversa por teléfono con Cirilo. Sin querer, Raúl escucha cuando ella menciona que su hermana Berenice intentó suicidarse. .

Acudiendo al llamado de Israel, Clara Inés y Raúl se tensan al desconocer de qué verdad el hombre les quiere hablar.

Delante de Elisenda, Pastora deja al descubierto que Misael siempre ha sido especial para ella; Israel lo ha retado a muerte.

En presencia de Pastora, Raúl, Octavia, Pereto, Manuel Jesús, Baudilio, Edilio y Cepeda, Israel y Misael alzan sus armas.

Para desagrado de Pastora y Edilio, Cirilo acepta la oferta de Israel: manejarán juntos el imperio Santa María.

En una mezcla de disfrute y dolor, Pastora comprueba que el cadáver de Cirilo reposa en la morgue.

Lara Portillo dispone comprar unas pruebas de ADN que digan que la joven no lleva en su venas la sangre de ninguno de los Santa María.

Frente a los médicos, Pastora finge interés por la condición de Clara Inés, Clara le toma con fuerza el brazo acusándola de lo que le ha pasado.

Tras recobrar el sentido, el doctor Bermúdez explica a Clara Inés que sufre del corazón; inesperadamente, Clara escucha los gritos de Elisa.

Clara Inés confronta al Chacal en el Samba Bar, el hombre amenaza con cobrarse los malos ratos que le ha hecho pasar la joven.

Intentando proteger a su familia, Elisa pretende irse con el Chacal, Clara Inés no está dispuesta a permitirlo.

Una firme sor Juana busca a Pastora para conversar, Lara Portillo acepta con interés su propuesta.

Pastora interroga con saña a Elisenda, quien llora desconsolada; desea saber quién es la mujer realmente.

Clara Inés, decidida, decreta que develará los misterios de la mansión Santa María uno a uno.

Extrañado, Israel lleva a Pastora a un hotel cinco estrellas, ésta le informa que Clara Inés la echó de la mansión Santa María por ser ahora su dueña.

Tras una llamada telefónica, Pastora sentencia que Clara Inés irá presa por impostora, Elisenda se sorprende con la noticia.

Berenice reclama a Israel que nunca la haya querido lo suficiente; la abrumada mujer decreta que odia a su padre por haberle destruido la vida.

Al anochecer, el comisario DAZA pretende llevar detenida a Clara Inés por usurpación de identidad, Nicolás la defiende.

Octavia promete a Clara Inés que probará su inocencia y una auténtica Santa María; Clara ya no tiene interés en demostrar que es de esa familia.

Clara Inés pregunta a Anastasio si él cree que la Pastora que se casó con Israel en el pasado sea la misma mujer del presente; él se extraña.

Anastasio informa a Clara Inés y Gabriel que Pastora aceptó acompañarlo al club ecuestre; esperan descubrir si Lara Portillo es una impostora.

En la fachada de la mansión Santa María, Clara se zafa del hombre que la escolta y sube al carro donde Pereto, Claudia y Peretico la esperan.

Clara Inés es atendida por el doctor Galeano, quien diagnostica que necesita tranquilidad para no caer en una depresión.

Nicolás entrega a Clara Inés identificación donde validó que las huellas dactilares en la máscara pertenecen a una mujer. Clara constata que se trata de Pastora.

Pastora pregunta a Israel si la ama a ella o a su gemela, ya que éste estuvo enamorado de Illis en el pasado; confundido, Israel se retira.

Rosa cuida de Illis pero Pastora la hace salir de la habitación; la doméstica decide vigilar de lejos las acciones de Pastora.

Al entrar a la mansión Santa María con sus maletas, Clara se encuentra con Raúl, a quien recibe amorosa. Clara lo besa enamorada, aunque Raúl se contiene.

Clara enfrenta a Raúl en la clínica, decreta que hundirá a Pastora por intentar matar a Anastasio.

Clara Inés llora aún recostada de su cama cuando Rosa le avisa que tiene un visita; al entrar, Tamara anuncia a Clara que Anastasio murió .

Tamara arremete contra Clara acusándola de haber arruinado su vida al separarla de los dos hombres que ha amado.

En la mansión Santa María, Clara Inés ordena a los obreros que se lleven a Pastora lejos llega Raúl, quien demanda que dejen en paz a su madre.

En la mansión Santa María, Clara discute con un ebrio Raúl; en eso, Crisanto informa a la pareja que el hospicio sufre un incendio.

Cuando Raúl se dispone a partir con Pastora, Tamara le ruega que se quede para impedir que Gabriel y Clara Inés se unan en matrimonio.

Pastora anuncia que la carta se trata de una confesión donde el padre Potentá asegura que Clara Inés no es una Santa María.

Raúl insiste en que Clara Inés colabore a solucionar el problema del contrabando ilegal, ya que Israel puede ir preso por ese asunto.

En su casa, Pastora anuncia a Elisenda que encargó a Giorgio y Fernando que secuestren a Clara Inés y acaben con su vida.

Clara Inés recuerda a Raúl que nunca podrán estar juntos porque la sombra de Pastora se cierne sobre ellos; Raúl jura que defenderá a su madre.

Pese a la furia que despierta en su madre, Raúl certifica a Pastora que sigue enamorado de Clara Inés.

Clara verifica con Octavia que Pastora puede impedir el acceso de Israel a las cuentas comunes durante el tiempo que dure el proceso de divorcio.

Luego que Pastora se durmiera, Elisenda recomienda a Raúl que no permita que su vida se hunda junto con la de Lara Portillo.

Illis pregunta a Cirilo si Clara Inés es su hija.

Illis revela a Clara Inés que fue Cirilo quien le verificó que ella es su hija; Clara y su madre sellan con un abrazo su ansiado reencuentro.

Berenice acepta llevar a Tirso con un hombre que Pastora le asegura que convertirá a su amado en un caballero.

Al comprobar la desaparición de Illis, Clara sentencia frente a Gabriel, Tamara, Israel y Pereto que a su madre no puede pasarle nada malo.

Con la sensación de que algo extraño sucede con Illis, Clara Inés visita a “su madre” en su habitación; la impostora trata de manipular a Clara.

Pastora se vanagloria ante Elisenda de haber mandado a Cirilo preso además de humillar a Clara en la comisaría.

En medio de la vinada un misterioso mesonero saca una botella de su bolso y la coloca junto a las copas con las que brindarán los padrinos.

Pastora le dice a Israel cómo escondió a Illis mientras estuvo embarazada y logró desaparecer a Clara.

Disfrazada de enfermera, Pastora se dispone a inyectar a Clara un veneno en el instante que Raúl entra a la habitación junto al médico extranjero

Clara agradece a Raúl todo lo que hizo por salvarle la vida; sin poder contenerse, Velandró besa a Clara; ésta ruega que la olvide.

Seguro de que no tiene nada que perder, Cirilo planea cómo liquidar a Pastora.

Israel exige a Pastora que le abra la puerta de la habitación; aunque escucha a su hermano del otro lado.

En la mejor de sus actuaciones, Pastora jura que no le importa ir presa mientras Raúl esté a salvor.

Entre lágrimas, Illis asegura a Pastora que sólo siente lástima hacia ella; la enfurecida mujer dispara en todas direcciones .

Baudilio, fuera de sí, intenta ahorcar a Pastora a la vez que exige a la mujer que le confiese si asesinó a Misael.

En la sala de espera de la clínica, Pastora finge preocuparse por la salud de Baudilio.

Israel comprueba la validez de los documentos que le dio la periodista; Manuel Jesús defiende que él jamás robó dinero.

Tamara se impresiona cuando Velandró le comenta que Illis sugirió que Pastora no es su madre.

Raúl recibe a una abrumada Clara Inés , siente en ella un fuerte olor a licor.

Illis pretende poner un micrófono en casa de su hermana pero el aparato se le cae; lo busca y Elisenda se acerca.

Israel exige a Pastora que salga de su casa; la mujer le hace saber que Illis se hizo pasar por ella.

Una seductora Pastora recibe a Amado, pero luego se torna agresiva; desea saber cuánto han pagado al abogado por traicionarla.

Pastora, en el cuarto de Illis, analiza en que frasco diluir un ácido con el que piensa deformar a su gemela.

Fingiéndose ofendida, Tamara reclama a gritos el tener que dormir con Gabriel al entrar a su cuarto, Barón la besa con el fin de hacerla callar.

Amado amenaza a Lucely con matarla por delatarlo ante Raúl, Octavia y la policía; Linares implora a Caballero que le perdone la vida.

Luego de reiterar su apoyo a Elisenda en la cárcel, Raúl solicita hablar acerca del hijo de la mujer.

Después de rememorar el modo en que su padre se suicidó, Pastora dispara con un arma hacia el rostro de Israel.

Edilio es detenido por unos policías; Cepeda le notifica que Israel grabó la conversación que tuvieron en su estudio la noche anterior.

Elisenda se descubre sola al despertar, se extraña al hallar una nota donde Pastora la convoca a reunirse con ella en una fábrica abandonada.

Raúl pregunta a su amada si cree que alguna vez puedan verse sin reproches; Clara lo invita a guardar la esperanza de que ese sueño pueda hacerse realidad.