La Trepadora

Hilario acusa sorpresa cuando Victoria le revela que, ya que él está empeñado en caerse, será ella misma quien lo termine de tumbar quitándole Cantarrana; el señor Guanipa se conmueve cuando su hija, con lágrimas, le reprocha  que se comporte como si se quisiera morir e intenta tranquilizarla asegurándole que no va a perder la hacienda como todos creen; sin embargo, sus argumentos no son válidos para Victoria, quien le advierte que le llegó el momento de que acepte que ahora ella es más fuerte que él. La sorpresa se apodera de Adelaida cuando uno de los acreedores de Hilario la visita para proponerle que él se puede encargar de matar a Guanipa siempre y cuando ella se comprometa a que, una vez que quede viuda, pagará todas las deudas del hombre; la señora ordena a Moncho saque al hombre de su casa pues, aunque odia a Hilario, no va a prestarse para que lo maten. Ya en la recepción del matrimonio, Fernanda se tensa cuando Caravaggio, algo pasado de tragos, comenta ante Leopoldo que esa boda, al igual que la de Nicolás con Florencia, es un error; el señor Alcoy quiere una explicación de sus palabras, pero el periodista sugiere le pregunte directamente a Nicolás a qué se refería cuando le dijo a Victoria que Clementina tuvo más valentía que ellos dos.