Reina De Corazones

Mesalina que entra –misteriosamente- a la habitación fría y negra donde está en una cuna -color púrpura- María Gracia, es espantada ante la figura de una dama momificada que yace en un cama cubierta de finos velos que se agitan cada vez más a medida que Méndez Pí se acerca a la bebé. De pronto la joven cambia su expresión y huye del lugar sin poder rescatar a la niña. Una extraña calma se apodera del recinto, dejando ver claramente el cuerpo de la momia, se trata de la propia Sarah Gutiérrez. En el templo, Santiago, siempre pendiente de que nadie lo vea, llega hasta la celda de Mesalina quien está impactada por lo presenciado en el cuarto mágico de la secta. En medio de su crisis le afirma a Porras que su pequeña está en esa habitación, al lado de una momia. Santiago le pide a la joven que se mantenga de pie, fuerte, pues ella es su única esperanza para recuperar a la bebé. Cuando se marcha, se proyecta en la pared la sombra de un monje que por su expresión de severidad da a entender que ha escuchado la conversación entre Porras y Mesalina. Luego de ser perdonada por Marlene, Sarah milagrosamente se recupera.