Toda Una Dama

Valeria recibe una visita que le toma la mano. Con los ojos vendados, es incapaz de saber que se trata del fiscal Miguel Reyes. Deseosa de saber si es un médico, Miguel -en vez de responderle- le ofrece ayuda, pero Valeria se desespera por conocer la identidad de su visitante.

Aunque no es hora de visitas, Encarnación se presenta en la cárcel para hablar con Valeria. Allí se entera que la joven está en el hospital. Por su parte, Miguel entra a la habitación de Valeria y la encuentra vacía. Colérico, no puede creer que se haya perdido. Valeria se baja del taxi en el Terminal de autobuses. Dos “malandros” la acosan y ella los encara con aplomo.

Valeria explica que su ceguera es temporal. De pronto es llamada a presentarse en la oficina de la directora. Ante el interés de Imperio en saber cómo es Valeria, la directora la describe como una mujer indomable. Imperio se entrevista a solas con Valeria; la examina con presunción. Frente a su trato altivo, Valeria se muestra arisca y desconfiada.

Imperio, quien no puede apreciar la fisonomía de Valeria debido a los vendajes, muestra interés en saber si la joven es su hija, pero las respuestas de Valeria le dan a entender que su origen es otro. Así que le ofrece un cheque que Valeria desprecia, pero también le advierte que no se deje manipular por Encarnación. El doctor Mendoza se hace responsable de todo lo que sabe Engracia; la presencia del hombre sorprende gratamente a Valeria.

Valeria se dispone a salir de la casa, mientras Encarnación -en medio de su consternación- duda en pedir auxilio ante la huída de quien cree las ha robado.

Valeria descubre -a través de un periódico- que el doctor Mendoza no es otro que el hombre que ella más odia: el fiscal Miguel Reyes. Colérica, jura vengarse de él.

Valeria disfruta de su libertad pero su sosiego es interrumpido cuando descubre que Miguel Reyes y Diego Mendoza son la misma persona. Valeria está dispuesta a vengarse por el engaño del que ha sido víctima. Valeria, con rabia mas no con codicia, roba las joyas de Engracia; la joven no se percata Luisa la está viendo.

Renovada, Valeria al fin lee la carta. Se entera que Miguel, además de confesarle que fingió ser el doctor Mendoza, le pide perdón con el deseo de que algún día puedan hablar. Valeria conmovida abraza el papel contra su pecho; frente al mar, sueña con reencontrarse con su amado y fundirse en un sentido beso.

Indignado por el beso de Imperio, Miguel está dispuesto a retirarse sin abordar el negocio que iba a tratar con la mujer. Valeria -ya de regreso en el pueblo- es alertada sobre la devastación de El Milagro.

Encarnación apura a Valeria a que se vaya al día siguiente para así cumplir la voluntad de Engracia. Valeria, sin ganas de irse, le pregunta a Encarnación si Imperio Laya es su madre.

Deyanira considera que no hay razón para temer, pues ya saldó su deuda con la justicia. Luego de mostrar su documentación a los guardias, Deyanira se interna en un cafetín y Valeria se aparta junto a un gran contendor de agua. En ese momento, Ignacio conduce a gran velocidad en la misma carretera, cuando de pronto, en su maniobra por esquivar a otro vehículo, tumba el contenedor que empapa totalmente a Valeria. Ignacio, encantando por su esbelta figura, se acerca a ayudar a la enfurecida joven.

El carro que conduce Valeria atropella a Lorena. Los policías llegan y logran liquidar al ladrón; descubren el cuerpo de Lorena y acusan a Valeria de haberla arrollado. Pese a que ella, en medio de su desesperación, manifiesta no ser culpable, es apresada y metida en una patrulla junto con el cuerpo de la herida.

Calixto y Miranda llegan al hospital preocupados por su hija. Después de revelarles a sus suegros que Lorena fue asesinada, Miguel, culpable de no haber protegido a su esposa, jura vengarse de quienes la mataron.

: Valeria llama a Encarnación, quien tras haber visto el periódico desea que Valeria esté a su lado. Cuando la joven le explica que por sí misma espera salir de ese enredo, Encarnación le refiere la visita de Ignacio Caballero, con el augurio de que quizá él sea su salvación.

Valeria visita a Ignacio con el objeto de pedirle ayuda para trabajar; Caballero, muy cautivado por la joven, se le acerca seductor y le da un beso.

Miguel recibe con sorpresa la visita de Imperio en su apartamento.

Borges acude a casa de Imperio a petición de Ignacio. Cuando Laya le pregunta en qué podría ayudarla un astrólogo, él le vislumbra que su hija perdida la está buscando.

La novicia (Valeria) trata de indagar sobre la vida de Imperio, pero ella no está dispuesta a responder preguntas de una desconocida. Ya sola, Valeria, molesta por la actitud insolente de Laya, se pregunta por qué Engracia quería que buscara a esa mujer.

Encarnación recibe, en la residencia de monjas, la visita de Armando Gutiérrez, quien viene de parte de Ana Lucía Torres. Al oír este nombre, Encarnación se turba; el hombre le explica que Torres, enferma y arrepentida, está dispuesta a enmendar el error de haberle quitado su hijo.

Miguel se ocupa de César con dedicación. Imperio le prodiga inéditos cariños a Helena mientras alaba las virtudes paternales de Miguel. Cuando Reyes le manifiesta que Daniel es su razón de vivir, Imperio insinúa que, en efecto, un hijo es la razón por la que un padre cualquier cosa en su vida

JJ le entrega a su hijo un papel que la señora de limpieza halló en el motel con la sospecha de que pertenece a uno de los asesinos de Lorena. El papel tiene escrito el nombre de Imperio Laya, por lo que Miguel, muy sobresaltado, se pregunta qué tiene que ver ella con la muerte de su esposa.

Ignacio habla con Miguel sobre el fin de sus relaciones comerciales con Imperio y de la fémina que busca. Reyes nota la insistencia de Ignacio en hallar a la mujer que dice amar; cuando Caballero manifiesta que esa mujer tiene más fuerza para él que la propia Imperio, recibe una llamada de Laya.

Ana Valeria le hace ver a Miguel que no debió dejar su carro solo pues la zona es peligrosa. A espaldas de Reyes, entra Encarnación lo cual conmociona a Deyanira y a Ana Valeria.

Cuando Ashley le abre a Valeria la puerta de su casa, le pregunta horrorizada qué hace con un vestido de su fallecida hermana Lorena.

Miguel considera que la muerte de su esposa fue producto de una venganza planificada. Ana Valeria trata de sacarle esas ideas al tiempo que él le pide perdón. Ana, abrazándolo, se dispone a contarle la verdad, pero Miguel, insistiendo en que lo perdone, le da un apasionado beso.

Helena se desahoga con Ana Valeria sobre el divorcio de sus padres; aventura la posibilidad de que su madre se case con Reyes, noticia que estremece a Valeria.

Ana Valeria se presenta en el apartamento de Miguel. Reyes le confiesa sentirse desbordado por un sentimiento arrasador cada vez que la ve y le propina un intenso beso. Con pasión, le hace entender que la necesita para ayudarlo a olvidar.

Berenice interrumpe a Ignacio y a Imperio para avisar que Ana Valeria empeoró. Caballero, aprovechando la oportunidad, propone llevarla a una clínica. A Imperio le extraña la preocupación de Ignacio por la sirvienta; él se propone ver a esa joven antes de que se vaya de la casa para comprobar si se trata de Valeria.

Miguel, preocupado por saber cómo se encuentra Ana Valeria, se presenta en la habitación donde ella reposa.

Imperio le refiere a su madre la presencia del broche de su primogénita en casa de Miguel; Eleonora considera que pudo haber llegado allí por mera casualidad, pero Imperio intuye que su primera hija anda cerca. Asimismo le descubre su amor por Miguel, así como su disposición de acabar con cualquiera que se atraviese entre Reyes y ella.

Valeria se percata de una persona ahogada dentro de la piscina; sin pensarlo, se lanza al agua en su auxilio. Logra sacarlo y le da respiración boca a boca; Ignacio logra reaccionar, pleno de felicidad al ver a Valeria justo frente a él.

Berenice le da a entender a Ignacio que la tardanza de Ana Valeria se debe a que no tiene con que vestirse. De pronto aparece Ana, radiante y elegantemente vestida; su imagen deja a Caballero extasiado y a Berenice sorprendida.

Miguel recibe en su apartamento la sorpresiva visita de Ana Valeria; sin dar explicaciones, ella lo besa apasionadamente dispuesta a entregarse al amor.

Imperio le exige a Miguel que le diga cuál es la vinculación de él con Valeria Aguirre; sin embargo, Reyes considera que Imperio es quien oculta algo respecto a su relación con esa muchacha. Sin revelarle los motivos de la investigación de Gallardo, Miguel le insinúa que quizá él mismo sea quien la ayude a dar con el paradero de la joven.

Miguel le pide matrimonio a Ana Valeria, dispuesto a que todo el mundo se entere del amor que él siente por ella.

El abogado interpela a Imperio con crudeza y la acusa de mentirle al inspector Gallardo, alterado expresa la opinión equivocada que ella tiene de Valeria, una idea asalta a Reyes en medio de su reflexión: tal vez la hija buscada por Imperio sea Valeria Aguirre; Laya queda estupefacta.

Imperio ve, desde el jardín, que Ignacio se dirige nuevamente hacia el salón con un ramo de flores; Laya lo interroga acerca de sus intenciones, Caballero, mirando a Miguel responde que, quizás ha aprendido a pensar como ella, sarcásticamente se refiere al ridículo que ambos han hecho con la fiesta de compromiso.

Imperio, furiosa, revisa el cuarto de Ana Valeria buscando alguna pista que le permita descubrir algo de la enigmática vida de la joven; Laya hurga cada rincón del dormitorio de la muchacha, una estampa religiosa llama su atención: intenta descifrar la dedicatoria que el tiempo ha tornado casi ilegible, con dificultad logra leer unas palabras: hasta que seas la señora, la frase la encoleriza aún más y destroza la habitación.

Imperio trata de convencer a Miranda para que perdone a Miguel y comprenda que, esa incipiente pasión por Ana Valeria, es una manera de evadir el dolor ocasionado por la pérdida de su esposa; Miranda está renuente, pero Laya tiene una idea para impedir el matrimonio de Miguel y Ana Valeria, con sagacidad busca obtener el apoyo de Calixto y Miranda para lograr su objetivo.

Ana Valeria sufre una crisis de asma terrible y busca el inhalador; Imperio la encuentra en medio del ahogo, la auxilia. Miguel Reyes las encuentra, la joven oculta el inhalador, el abogado se inquieta por la salud de su prometida, pero ellas no mencionan el ataque de asma, la joven sale con el pretexto de arreglarse y Miguel se queda con Imperio; él intenta explicar la permanencia de su novia en esa casa, pero Laya no se lo permite, de forma afectuosa le reitera su amistad incondicional.

Gallardo llama por teléfono a Miguel para comunicarle que ha detenido a Encarnación; Reyes se molesta y le reitera al inspector su confianza en Romero; Ana Valeria con el alma trastornada, se entera que Romero está presa.

Ana Valeria regresa a casa, en su cuarto encuentra a Márilyn Monroy que la espera. Aguirre con determinación la confronta, pero Monroy es muy astuta y procede de forma muy sagaz, manipula la situación, le propone un trato: guardar silencio sobre el pasado por el bien de las dos; Ana Valeria, con miedo, comprende que no tiene otra salida y acepta el pacto.

Ana Valeria llega a casa de Ignacio Caballero, quien se encuentra con Adoración y el chofer; Ignacio le pide a su empleada que lo deje solo con Ana Valeria. La joven le confía a Caballero que le revelará toda la verdad sobre su vida.

Encarnación Romero abre la puerta de su apartamento y se encuentra de frente con la imponente Imperio Laya.

Una vez a solas, Laya piensa una y otra vez en las palabras de Gallardo, su mente sagaz ata cabos: Carmen Barrios y Márilyn, la tensión entre ésta y Ana Valeria el día que fueron presentadas; el sonido del teléfono la saca de sus cavilaciones, es el detective Duarte para informarle que Ana Valeria visitó a Carmen Barrios; Imperio está segura que todos se conocen y urdieron un plan para penetrar en su casa, determina que se trata de una banda, furiosa se dispone a informar a Miguel Reyes.

Ana Valeria se lleva una fuerte sorpresa cuando, al llegar al edificio donde vive Miguel, lo ve saliendo con Imperio del inmueble.

Valeria irrumpe echa una fiera en la habitación de Imperio, ésta se sorprende al ver la actitud agresiva de la joven que la culpa de la ruptura de su relación con Miguel.

El recuerdo de las palabras de Gallardo, Imperio y Lennín en torno a Ana Valeria, atormentan a Miguel, quien cae en cuenta que Ana Valeria y Valeria Aguirre son la misma persona.

En el cementerio, Imperio en compañía del viejo Ramón y Eleonora busca la tumba de su hija, al fin la encuentra, desesperada lee la inscripción con el nombre de María Laya, cae sobre la lápida y deja escapar un lamento que hace estremecer a Ramón y Eleonora.

Al pueblo de Adícora llega una soberbia Imperio en busca de Encarnación Romero, pero un niño que por allí juega le manifiesta que esa mujer ya no vive en el lugar, sin embargo, Luisa es quien podría informarle sobre el paradero de Encarnación.

Imperio le muestra la fotografía de Valeria al recepcionista, él cree que la muchacha es inocente, pero Laya, inflexible lo soborna; José afirma que la mujer de la fotografía es la asesina de Lorena. Imperio, triunfal, da por sentado que Aguirre ya está hundida.

Al amanecer, Imperio y Miguel regresan a la ciudad; Laya le revela que ella creyó en Encarnación Romero, quien se aprovechó de su dolor más grande; Reyes convencido de que Valeria tramó su venganza, le exige a Imperio que guarde el secreto que acaban de descubrir. Sombrío declara que la justicia es él. Laya impresionada le suplica que no cometa locuras, ella quiere quedarse a su lado, pero Miguel desea estar solo para buscar a Valeria Aguirre y cumplir su palabra.

Una decidida Encarnación se enfrenta a Imperio para pedirle que ayude a Valeria, Romero apela al corazón de madre de Laya. Una astuta Imperio afirma estar dispuesta a ayudar a la joven, pero no quiere intermediarios, desea que ella misma se lo pida. Encarnación duda, sin embargo, declara que la buscará.

Dispuesta a descubrir por qué su madre y su abuela viajaron al pueblo donde nació Imperio, Alejandra ha decidido visitar a su abuela y averiguar por qué esta se quedó allí; y, si es cierto que Ana Valeria es su hermana.

Furioso, Miguel no acepta las explicaciones de una asustada Encarnación, quien lo enfrenta tratando de hacerle ver que él ama a Valeria, pero el abogado afirma que odia a Aguirre.

Valeria, aturdida, es conducida a un paraje solitario por Miguel, ella suplica que no la mate porque está esperando un hijo de él.

Un Miguel implacable entrega a Valeria ante las autoridades; Aguirre súplica por última vez al abogado que le dé una oportunidad; Reyes afirma que ella debe probar su inocencia, porque él no cree en ella.

En el motel donde murió Lorena, Miguel espera a José para interrogarlo otra vez; Reyes desea que la historia que contó el recepcionista no se le olvide nunca; en ese momento suena su teléfono; al ver en la pantalla que se trata de Imperio, Reyes se pregunta si ella es su única salvación.

Valeria trata de salir al estacionamiento, pero es retenida por una persona que la toma del brazo.

Escondidas en un humilde hotel; Valeria asegura a Natalie que, aunque van a huir a otro país gracias a una señora que las va a ayudar, ella es inocente y que, pase lo que pase, siempre van a estar juntas.

Imperio no puede evitar conmoverse cuando, al encontrarse con Valeria, ésta le asegura que ha llegado a quererla como a una madre y sigue pensando que eso pudiera ser cierto.

Mientras esperan a las personas que las van a ayudar; Natalie teme que Valeria la abandone; la joven mujer asegura a la niña que, mientras ella viva, ni a ella ni al hijo que espera les pasará nada malo.

Natalie se asusta aún más al encontrar a Valeria en un monte cerca de la carretera y creerla muerta, pues la mujer no reacciona.

En vista de que ninguna ambulancia puede acercarse hasta donde se encuentran para llevar a Valeria hasta el hospital más cercano; MANUEL, el hombre que ayuda a Natalie, advierte a FABIOLA, su compañera, que él mismo llevará a la inconsciente muchacha y a la niña al recinto hospitalario.

Natalie rompe el llanto cuando un camillero se lleva el cuerpo de Valeria a la morgue del hospital.

Gallardo avisa a Miguel de lo ocurrido a Valeria y que lo más seguro es que la muchacha no pase de esa noche; Reyes se sorprende ante el repentino malestar que evidencia Imperio cuando le cuenta lo que ocurre con la joven Aguirre.

La Leona se angustia cuando se entera por Gallardo que a Valeria le dieron una fuerte golpiza y está muy grave en el hospital; la preocupación de la mujer aumenta cuando Cumbamba, según le revela Grillito, asegura que ya empezó para Imperio Laya “la noche de los cabellos blancos”.

Miguel explica a Daniel que ya no volverá a ver a Valeria, pues descubrió que es Imperio y no la muchacha la mujer que realmente le conviene.

Aunque se mantiene firme, Imperio se asusta cuando la Leona se presenta en su casa a advertirle que Valeria ya despertó y fue su nombre lo primero que dijo.

Miguel e Imperio insisten en que no creen en la inocencia de Valeria; Ignacio, que sí se mantiene firme, ratifica que defenderá a Aguirre de todos ellos y que llegará el día en que Reyes lamentará no haber creído en la mujer que decía amar tanto.

Imperio acusa gran sorpresa cuando Eleonora se presenta en su oficina para contarle que Alejandra estuvo en la hacienda averiguando si tenía otra hermana aparte de Helena.

J.J. entiende los motivos de Miguel para querer viajar con Daniel por un tiempo y, al igual que su hijo, se sorprende cuando Gallardo asegura que, en vista del viaje que piensa hacer Reyes, debe pedirle algo que es sumamente necesario.

Imperio se presenta a ver a Valeria y sentencia que piensa acabar con el dolor de cabeza que ella le representa de una buena vez.

Mientras se toman algunas copas de vino en un lujoso restaurante; Orlando se jacta ante Carmen Barrios de que ahora tiene proyectos muy ambiciosos, la mujer aprovecha para indagar quiénes son sus socios.

Alejandra cita a Gallardo para pedirle que investigue sobre la tía de Eloy que es igual a Valeria.

Miguel acusa gran sorpresa cuando Imperio, haciendo gala de su belleza, se presenta en la habitación del hotel a visitarlo; la pareja se besa con pasión.

Ya en su casa, Miguel ve por casualidad la noticia del traslado de Valeria al retén de mujeres por televisión y sale rápidamente sin explicarle a J.J. a dónde va.

La preocupación se apodera de Encarnación cuando Valeria asegura que no va a descansar hasta que averigüe si Imperio tuvo que ver en la paliza que le dieron.

Valeria se siente destrozada cuando Miguel hace caso omiso a sus ruegos e insiste en que va a quitarle a su hijo porque ella no es digna de criarlo.

Afectada por lo que supiera de Imperio, Valeria asevera a Encarnación que va a demostrar su inocencia y convertirse en una mujer a la que todos respeten, se va a convertir en toda una dama.

Conmovida hasta lo más hondo de su alma por todo lo que Ignacio hace por ella; Valeria le anuncia al hombre que acepta casarse con él.

Ya en la clínica; Calixto y Miranda explican a Miguel lo ocurrido; el abogado no puede creer que no detuvieran a Trujillo y manifiesta su deseo de ver a Imperio de inmediato.

Acompañada de Calixto, Armando y el Juez, Miranda interrumpe la conversación entre J.J. y Miguel para preguntarle a éste último si por fin se va a casar con Imperio ese día.

Creyendo que Imperio duerme, una enfermera y la señora de limpieza de la clínica comentan que Laya perdió el hijo que esperaba y que no va a poder quedar embarazada más nunca; Imperio se espanta ante lo que escucha y acusa a las mujeres de mentirosas.

Orlando va tras Carmen, pero ésta sigue fingiendo que ve el fantasma de su difunto marido hasta que se aleja del ingeniero; la mujer aprieta el bolso donde guarda la grabadora y asegura que ahora sí tiene pruebas contra Imperio Laya.

Encarnación asegura a Valeria que ella no puede actuar en contra de Imperio; la muchacha le exige le explique por qué hace esa afirmación.

Un molesto Miguel le reclama a Imperio que haya ido a ver a Valeria y le exige que no vuelva a intervenir en sus problemas con la joven; ella promete portarse bien, pues no quiere desperdiciar ningún segundo a su lado, por lo que lo besa con pasión.

Miguel indaga si es cierto que Imperio nunca había visto a Orlando Guardia; la señora, fingiéndose molesta, exige al hombre que le diga si está dudando de ella.

Ignacio le confiesa a Encarnación que sufre una enfermedad irreversible y que le quedan dos o tres años de vida.

Una vez que Reyes se ha marchado, Ignacio pide a todos disculpas por lo ocurrido y le pregunta a Valeria si desea seguir adelante con la boda.

Helena agradece a Guillermo lo paciente que ha sido con ella; la pareja se besa tiernamente cuando Imperio los sorprende y, furiosa, exige al joven Galván que suelte a su hija y se vaya de su casa.

Valeria, dolida porque el hombre que ama no ha hecho más que buscar hundirla en un calabozo, lo apunta con un arma.

En medio de las fuertes contracciones, Valeria trata de comunicarse con Miguel, pero es Imperio quien atiende la llamada; al escuchar los quejidos de Valeria, Imperio sospecha que la mujer está en trabajo de parto.

A pesar de que el doctor González está sorprendido porque Eugenia ha logrado sobrevivir; una enfermera le hace saber a Miguel que el galeno necesita conversar con él sobre la salud de la pequeña.

Gallardo procede al arresto de Valeria, quien pone resistencia, pues se niega a separarse de su hija.

Temerosa de que Imperio le arrebate a su hija, Valeria está decidida a ponerle fin a su vida, pero su intento de suicidio se ve frustrado con la inesperada visita de Encarnación en la cárcel.

Alejandra sospecha que su madre estuvo tras el intento de homicidio de Valeria y así se lo manifiesta a Miguel.

El juzgado dará su veredicto en el caso de Valera Aguirre; allí, Calixto está seguro de que la asesina de su hija será condenada, mientras Encarnación, Ignacio, La Leona y Deyanira apoyan a Valeria, quien no puede evitar el impulso de gritar su inocencia.

A sabiendas del daño que Miguel le causó a Valeria no sólo al señalarla de asesina sino al arrebatarle a su hija, Alejandra cree en que el hombre se arrepentirá, así que le brinda todo su apoyo para liberarlo de la cárcel. Justo cuando Imperio atiende a Eugenia recibe la visita de Valeria, quien está dispuesta a llevarse a su hija.

A las puertas del edificio donde vive Juan José, Miguel se acerca a Valeria, a quien obliga a abordar el carro; allí, Antonio trata de detenerlo, pero Miguel arranca a toda velocidad.

Alejandra se ve obligada a esconderse dentro del deposito de la pizzería, cuando unos delincuentes destruyen el local; una vez que los misteriosos hombres se marchan, un cortocircuito provoca un voraz incendio que comienza a sofocar a la joven.

En la cárcel, Diosmary visita a Trujillo para notificarle que el Guacamole quedó destruido a causa de un incendio. Los nervios invaden a Márilyn cuando Valeria se presenta ante ella después de mucho tiempo sin verse.

Ante los celos de Ignacio, Valeria le reafirma su fidelidad y respeto con un beso apasionado. Por más que Miguel intenta explicarle a Imperio el por qué debía pedirle perdón a Valeria, Imperio –dolida- se rehúsa a escucharlo.

Frente a la tumba de Engracia en la punta de un risco, Valeria carga a Eugenia; Miguel, Juan José y Deyanira tratan de acercarse a Valeria, pero la desesperada mujer se aferra a su hija.

Debido a la muerte de Calixto, Ashley necesita el apoyo de su novio y por ello, Helena termina su relación con Guillermo, quien afirma esperar siempre por su amor. Justo antes de abordar el avión, Valeria es sorprendida por Imperio.

Justo cuando Ignacio conversa con la jueza de menores que estudia el caso sobre la custodia de Eugenia, Valeria –convertida en una mujer distinguida y digna- se acerca a la jueza, quien no logra reconocerla.

Cuando la imponente Imperio pregunta por Eugenia, Helena trata de hacerse sentir, pero su madre la ignora; Berenice es quien le informa que Miguel ordenó a Coromoto llevarle a la niña para que Valeria estuviera con ella. No se puede ocultar el profundo amor que se tienen Miguel y Valeria. Están felices de contar con la compañía de su pequeña hija; Miguel le pide a Valeria confiar en que él le regresará a su hija.

Cuando Valeria indaga sobre el estado de salud de su esposo, el doctor González le explica que Ignacio no tiene posibilidad alguna de sobrevivir, así que le aconseja acompañarlo en sus últimos días de su vida.

Gracias a una auditoría que se le realiza a las empresas de Imperio, un molesto Miguel no se deja manipular por su esposa, y le exige una explicación sobre el gasto excesivo a una misteriosa clínica fuera de la ciudad.

En casa de Engracia, Valeria lee nuevamente la carta de Miguel donde éste le suplica por su perdón; en ese momento, Miguel se aparece en el lugar; Valeria se sorprende al verlo.

Daniel está preocupado porque no ha podido cumplir con su promesa de entregarle a Valeria un sobre importante que tenía su difunto abuelo Calixto guardado en su despacho; Ignacio consuela al niño, inocente de que se trata del verdadero resultado de ADN realizada a Valeria; Daniel le hace saber que Imperio está embarazada, lo que sorprende a Ignacio.

En medio del enfrentamiento entre madre e hija, La Leona le advierte a Imperio que llorará lagrimas de sangre cuando se haga justicia y será demasiado tarde para los arrepentimientos.

Coromoto le pide a Miguel investigar por Internet el pasado de Eloy Castro; Miguel decide averiguar la verdad sobre la relación entre Valeria e Imperio

Valeria acusa a Imperio de intento de homicidio ante la policía, pero Gallardo no desea procesar la denuncia de Aguirre hasta no conseguir las pruebas que incriminen a Imperio en la golpiza. Con la excusa de crear un finiquito para una de las empresas en sociedad con Imperio Laya, Ignacio hace que la mujer firme “el documento”.

Cuando La Leona le comenta a Deyanira que en medio de un enfrentamiento, Lennin confesó que Imperio le ordenó asesinar a Valeria, La Leona y Deyanira se percatan de que Valeria las ha escuchado.

Mientras Imperio prepara su viaje a Estados Unidos para sorprender a su esposo, ésta le pide a su madre buscar a Ramón –el encargado del cementerio del pueblo- y averiguar qué pasa con la tumba de su hija María.

Mientras Lennin es escoltado por Montoya hasta la oficina de Gallardo, Márquez piensa en el qué dirá cuando se enfrente a Imperio Laya, quien es interrogada por Gallardo; este último le manifiesta que existe un testigo clave que confesó haber sido contratado por ella para asesinar a Valeria; en ese momento, entra Lennin a la oficina del comisario.

En medio de la angustia, Daniel observa el carro de su abuelo; Daniel le grita con fuerza, pero Juan José no lo escucha.

Cuando Imperio le advierte a Valeria que luchará por el bienestar de sus hijos y el amor de Miguel, el doctor González las interrumpe, pues necesita que Valeria sea la donante de sangre de su hija.

Una gran algarabía se produce en la sala de espera cuando el doctor González les anuncia a Valeria, Ignacio, Imperio, JJ y Miguel que la operación de Eugenia fue un éxito; Valeria le agradece a Imperio el amor que le ha brindado a Eugenia.

Miguel le pide a su hijo recordar la última conversación que tuvo con su abuelo Calixto; Daniel recuerda que su abuelo le pidió buscar un sobre importante en su oficina y que debía entregárselo a Valeria.

Ignacio trata de convencer a Imperio de que Valeria es su hija y por ello profanó la tumba de María; Imperio está segura sólo de una cosa: odia a Valeria.

Mientras Delgadito recibe órdenes de Imperio de conducir hasta la casa de Encarnación, Imperio afirma estar llena de odio y es capaz de todo por recuperar a su hija Helena.

Por más que una enajenada Imperio defiende su derecho de madre, Miguel es firme en su decisión de devolverle la niña a Valeria; debido a que Imperio está convencida de que Miguel ama a Valeria, Reyes –cansado de los celos de su esposa- le pregunta si es capaz de asesinarlo si confesara que aún no deja de amar a Valeria.

Por más que Imperio trata de echar a Valeria de su casa, esta última es firme en su convicción de encontrar la verdad, la enfrenta y le hace saber que está enterada de que Eloy Castro es su padre; Imperio se alarma.

Temerosa de que le arrebaten a Eugenia, Imperio abraza con fuerza a la pequeña, pues ésta es capaz de dar su vida por la de sus hijas.

En medio de la noche, Deyanira es tomada por sorpresa con la repentina llegada de Enrique; Deyanira aprovecha la oportunidad para hacerle saber a su esposo su decisión de separarse de él; una llamada de Diosmary interrumpe la conversación de la pareja; Diosmary le informa a Deyanira que Lennin está desesperado y dispuesto a asesinar a La Leona.

Cuando Miguel llega a casa de Encarnación descubre a Eloy Castro en el lugar, por lo que Miguel supone que Imperio tiene razón al vincular a Eloy con Romero; Eloy le revelará quién es realmente Imperio Laya.

Un fuerte dolor en el pecho hace que Ignacio se agote; esta reacción del hombre es percatada por Encarnación, quien le aconseja ocuparse de su salud, pues sólo así podrá apoyar a Valeria ahora que más lo necesita. Justo cuando Valeria se presenta en casa de Imperio, esta última trata de echarla de su casa y le exige alejarse de su esposo, pero Valeria enfrenta a su madre, ya que es de Miguel precisamente que desea hablarle.

Imperio se siente acorralada y no tiene otra salida que confesarle a su esposo que fue ella quien ordenó golpear a Valeria a sabiendas de su embarazo; Miguel se horroriza al escuchar tal revelación.

Una desesperada Imperio le exige a Gallardo liberarla, pero el comisario le abre paso a Eloy; una aterrada Imperio no sale de su asombro.

Coromoto llega a casa de Ignacio en compañía de Daniel, quien insistió en visitar a su hermana; Valeria lo recibe con amor, pues ellos siguen siendo amigos; a Daniel le entristece saber que ahora que su padre salió de la clínica se separará de Imperio.

En medio del delirio, Imperio –ardiendo por la fiebre- llama a su hija María; Valeria a su lado, la despoja de las sabanas que la arropan y trata de calmarla, pero Imperio busca desesperadamente a su hija; Valeria le hace saber que su hija está junto a ella.

Adoración está preocupada por Ignacio, a quien ha visto muy deprimido, al tiempo que Valeria llama a su esposo sin poder comunicarse con él; en ese momento, Valeria recibe una llamada del padre Emilio, quien le informa que Ignacio se encuentra en la medicatura del pueblo tras haberlo encontrado a orillas del mar, ahogado.

Imperio se niega a creer en las pruebas de ADN que le ha mostrado Valeria, pues insiste en que ésta la estafa para arrebatarle el amor de Miguel; Imperio afirma ser capaz de asesinar a Valeria en defensa de su amor por Miguel; Valeria llora desconsolada tras la amenaza de su madre.

Una honesta Imperio tiene la sensación de haberse equivocado, así que busca a Eloy en casa de Encarnación donde todos se sorprenden al verla; Imperio necesita que Eloy le demuestre -con certeza- que Valeria es su hija.

Una gran sorpresa se lleva Valeria cuando Ignacio le hace saber que ya ha dispuesto todo lo necesario para viajar a Marbella, España; su nuevo hogar.

Caída la noche, Cumbamba no comprende el por qué el llamado de Imperio si la única salida de Laya para retomar su vida es aceptar la verdad de su pasado; Imperio necesita que Cumbamba –con su brujería- le devuelva el amor de Miguel.

Por más que Valeria e Imperio insisten en convencer a Miguel de quedarse al lado de su esposa, Miguel no se doblegará a vivir atado a una mujer que no ama; Imperio se siente derrotada.

Una vez en el tribunal, Miguel regaña a La Leona, pues le sugiere ser una mujer sencilla con sus atributos de aguerrida, pues su seguridad en el estrado es lo que ayudará a que Deyanira sea liberada. Convencido de que Imperio finge ser una madre abnegada ante Valeria, Ignacio trata de hacerle ver que Miguel luchará por el amor de Valeria; sin embargo, Imperio está segura de que Miguel regresará a su lado.

Ahora que su hermano ha nacido, Valeria insiste en convencer a Miguel de recuperar su matrimonio con Imperio, pero Reyes se niega y le recuerda que a ella es a quien ama; justo cuando Miguel trata de besarla, Valeria decide ir con su madre.

El cuerpo inerte de Eloy Castro yace en el pavimento, mientras los paramédicos tratan de auxiliarlo, pero el hombre es declarado muerto

Helena y Guillermo interrumpen la boda de Gallardo y La Leona para anunciarles que su madre le ha enviado un obsequio de bodas: un pasaje para París, Francia con hospedaje incluido.

Tres días después, Imperio llega a su casa en compañía de sus hijas; allí, es recibida por la servidumbre incluyendo a Coromoto; Imperio se siente humillada y la sola presencia de Coromoto la enerva, pues le recuerda a Eloy Castro.

Inesperadamente, Miguel recibe una llamada de Imperio, quien por fin ya está recuperada; Miguel se sorprende al escucharla, pero Imperio llora de la rabia, pues cree que su hombre la traicionó con su hija Valeria.

Imperio se sincera con su hija Esperanza, pues asistió a su boda con la firme convicción de asesinarla; Imperio finalmente renuncia a su amor por Miguel y le hace saber a Valeria que es libre de rehacer su vida junto a Miguel Reyes.

Sin poder evitarlo, Imperio renuncia a su gran amor, a su amor de madre por Valeria; Imperio se despide de ella deseando verla feliz al lado del hombre que realmente ama: Miguel Reyes. Miguel y Valeria se comprometen a intentarlo de nuevo. Ante la tumba de Eloy, una envejecida Imperio espera sanar sus heridas, pues está cansada de tanto odio y culpa; acompañada de Whitney y Delgadito, Imperio decide volver a casa. Fin