Jet Lag

Esther y Andreu están a punto de ir de viaje de novios, pero la tienen que suspender porque Silvia tiene un accidente en casa y queda inconsciente.

Diana decide alquilar una habitación de su piso porque corta de euros y coge el primer inquilino que pasa: un hombre joven, que no habla y lleva una bolsa de deporte llena de cuchillos

Carla y Silvia tienen diarreas por culpa de algo en mal estado que comieron.

Mariona, aprovechando que Esther y Andreu se han comprado una cámara de vídeo, decide grabar un cortometraje rompedor con el que quiere pasar a la posteridad.

Desde que Esther ha ido de casa para vivir con Andreu las chicas más justas que nunca.

Esther va de parte y todo el mundo debe ponerse a su disposición. Carla y Silvia son las encargadas de comprarle la canastilla.

Silvia, Diana y Andreu deciden hacerse millonarios, y la manera más fácil desde su punto de vista es haciendo una quiniela.

Carla sale con un hombre separado que tiene un hijo y empieza a descubrir que los niños le gustan más de lo que ella pensaba. Por su parte Mariona quiere convencer Silvia ponerse ambas un piercing.

Las chicas están hartas de hacer lo mismo cada fin de semana, pero gracias a Silvia, este fin de semana el pasarán en una masía donde podrán disfrutar de la vida en la montaña.

Carla recibe una visita inesperada: su padre. Después de estar años sin verse el padre le dice que le queda poco tiempo para estar con ella.

Esther, que ha sido un mes en casa su madre con su hijo, vuelve a casa.

A Carla le ofrecen el trabajo de su vida en Nueva York y la acepta. Cada vez son menos chicas en el piso y hacen una cena de despedida de Carla.