Por Todo Lo Alto

Anabela y Morana se sorprenden cuando es Rubén Alegría quien llega en lugar en vez de Humberto, el joven tiene las manos y la camisa manchadas de sangre.

Rubén le explica a Arturo cómo fue que la droga llegó a la maleta de Humberto.

Aunque tensa, Morana logra borrar la última foto de Humberto de la computadora sin que Rubén y Anabela se percaten de ello.

Morana y Anabela culpan a Sixto de estar encubriendo a Rubén, que debe ser el verdadero traficante de drogas.

Rubén logra separar a Chacha de Anabela, a quien le pide disculpas por la grosera actitud de su novia.

Morana recuerda al niño que salvara del maltrato del guardia en el aeropuerto, se pregunta si el sobrino de Rubén será el hijo de Humberto.

Molesta porque Enrique se encuentra en el avión que está a punto de despegar, Morana se niega a acatar las órdenes que le da Ignacio vía telefónica.

La señora Urquiaga le da un beso en la comisura de los labios a Bienvenido, nadie se percata de ello, pero el señor Alegría se tensa.

Cuando vuelve en sí, Leticia menciona que Anabela es la hija de Lucía; la muchacha cree que su presencia perturba a la señora.

Terminada la clase, el profesor demuestra ante Anabela que no la considera capaz de continuar en la clase por el simple hecho de ser mujer.

Lucía le ruega a Leticia que la ayude a recuperar a Anabela.

Leticia trata de decirle a Anabela que ella es su abuela pero las palabras no le salen de los labios.

Rubén auxilia a Anabela para que pueda salir del asiento donde se encuentra atrapada por el cinturón de seguridad.

Rubén se tensa cuando Zuzú indaga qué hacía él en el vuelo de Alas del Caribe si el mismo era exclusivo para los alumnos de la escuela de aviación.

Rubén escolta a Alcides hasta que éste entra a conversar con Ignacio; el joven Alegría se dispone a salir del lugar cuando se encuentra de frente con César Muñoz.

Rubén le regala una hermosa flor a Anabela y la invita a salir; ella lo rechaza con el argumento de que tiene otro compromiso.

Rubén no resiste la cercanía de Anabela durante la práctica de respiración boca a boca, la besa apasionadamente frente al profesor.

Un decidido Rubén aclara a Alcides que seguirá adelante con lo de la suplantación, ya que piensa conquistar a Anabela Marcano.

Chacha está molesta porque Divina va a permitir que Anabela pase la noche en su casa, planea encontrar la manera de evitarlo.

Saber que Leticia es su abuela ha sido demasiado impactante para Anabela, por lo que sale corriendo dejando a la señora desconcertada.

Ignacio está feliz porque Anabela aceptó trabajar para él, propone un brindis con champaña.

Victoria y Zuzú acusan gran sorpresa al enterarse, por Arturo, de que Anabela trabajará como aeromoza para Lince.

Zarataco y Bienvenido se marchan, pues Rubén ha decidido esperar a que Anabela regrese con Alcides.

Dulce María está más enamorada que nunca luego de la noche de amor que pasó con Alcides, sin embargo, él se asusta al recordar lo ocurrido entre ellos.

Dulce María se emociona al recibir un hermoso ramo de flores con una romántica nota; la joven cree que se lo envió Alcides.

Alcides discute con Rubén por su empeño de quitarle a Anabela.

Llorando, Dulce María le revela a Divina que pasó su primera noche de amor con Alcides, la señora Alegría trata de calmarla.

Bienvenido trata de hacerle ver a Alcides que sólo hará el ridículo interponiéndose entre Rubén y Anabela; hecho que le causa gran decepción.

Alcides y Bienvenido se preocupan cuando Dulce María les advierte que Ignacio se encuentra entre el público.

Chacha y Daniel se presentan en casa de los Alegría con una torta en señal de disculpas; Bienvenido les advierte que con eso no van a reparar el daño.

Anabela y Rubén están felices porque lograron obtener el primer lugar en el curso de supervivencia.

Morana insiste en asegurarle a la joven Marcano que no debe confiar ni en Rubén ni en Celia.

Anabela se molesta con Daryeling cuando ésta sugiere que ella dejó Alas del Caribe.

Morana interrumpe el beso de Anabela y Rubén; éste último se sorprende cuando su amada le afirma que la joven Bastardo apoya su relación.

La señora Alcántara amenaza a Rubén con que, si insiste en lanzarse en parapente con Anabela, se encargará de que lo pongan preso.

: Al llegar al aeropuerto, Anabela y Rubén se encuentran con Morana, con quien Marcano indaga sobre el paradero de su mamá.

Morana interrumpe a Anabela y Rubén acusándolos de ser unos egoístas por estar pensando en casarse cuando Lucía está hospitalizada y Arturo en la ruina.

En medio de un forcejeo con Ignacio, César pierde el equilibrio y resbala por el precipicio logrando agarrarse de una rama.

Sonia se marcha molesta con Alcides porque éste no logró responderle sexualmente.

Alcides se aterra por la petición de Dulce de que les cuente a Anabela y a Rubén lo que pasó entre ellos.

Anabela le ratifica a Rubén lo mucho que lo ama, pero está convencida de que no deben seguir adelante con su relación.

Dulce María le reclama a Alcides que no la presente como su novia, pero el joven, cariñoso, le recuerda que nadie debe saber de su romance.

Morana sonríe satisfecha cuando Ignacio irrumpe en el salón acusando a Rubén de ser un impostor.

Anabela le pide a Rubén que vuelvan a ser novios, la pareja se besa emocionada ante la mirada molesta de Alcides.

Llenos de valor, Anabela y Rubén se presentan ante Ignacio a exigirle que quite la denuncia en contra de Alcides.

Dulce María abraza y besa a Alcides al verlo en libertad.

Dulce María se realiza la prueba de sangre para confirmar su embarazo, el resultado hace que se le llenen los ojos de lágrimas.

Dulce María sufre un leve mareo que la pone en peligro de caer de la alta torre, en ese momento llega Alcides y, asustado, le ruega que no salte.

En medio de un sin fin de apasionados besos, Rubén le jura a Anabela que nunca dejará de amarla.

Rubén se tensa porque Anabela lo reta a que le diga en su cara todo lo que dejó escrito en la carta.

Victoria pone a Rubén en evidencia frente a Arturo al referir que el joven terminó su relación.

Morana le entrega a Rubén un arma que quiere que cargue consigo como medida de seguridad; el joven se niega a tomarla.

Al enterase de que un pasajero está dando problemas desde que se tomó algunos tragos, Totó le ordena a Anabela que resuelva la situación.

En la entrada de la casa, el señor Alegría sentencia que llegó el momento de decirles la verdad.

Bienvenido les hace ver a Divina y Violeta que deben dejar que Rubén y Alcides enfrenten su destino solos.

Rubén no puede evitar el llanto ante la afirmación de Anabela de que Bienvenido y Divina siempre serán sus padres.

Morana se impacta al enterarse que Rubén es hijo de Ignacio.

Ignacio todavía se niega a aceptar que Rubén es su hijo aunque Morana le asegura que la prueba de ADN es cierta.

Con lágrimas en los ojos, Alcides le confiesa a Ignacio lo mucho que lo quiere.

Anabela se asusta al percatarse de que una avioneta se dirige hacia su avión, el choque parece inminente.

Ignacio quiere pasar la noche con Reina Patricia, ella acepta.

Dulce se mantiene firme en su decisión de negarle a Alcides que es el padre de su hijo.

Roberto le entrega a Rubén su certificado como piloto.

Alcides quiere que Dulce se haga una prueba de ADN para demostrar que él es el padre del hijo que ella espera, la muchacha se niega.

Morana se finge frágil ante Rubén, pero su intención es seducirlo.

Anabela jura que se vengará de Rubén por haberla traicionado.

Ignacio tiene un plan para conseguir que Rubén se vaya a vivir a su casa.

Anabela decide viajar a una isla a encontrarse consigo misma.

Bienvenido les revela a Rubén, Divina, celia y Cruz que Morana es la amante de Ignacio.

Anabela se ha golpeado fuertemente la cabeza; el Halcón la auxilia.

El Halcón se preocupa al encontrar a Anabela profundamente dormida, pues se comió todas las hierbas.

Anabela le entrega al Halcón una carta que desea le envíe a su abuela Leticia y otra para Rubén Alegría.

La ceremonia ante el Juez da inicio. Bienvenido y Divina piensan que ellos no realizarán su boda.

Anabela decide que, apenas amanezca, llamará a su familia por teléfono.

Dulce y Alcides acusan gran sorpresa ante la noticia de que Morana es la hermana de Humberto.

Luego de leer la carta de Anabela, Morana piensa que no le conviene que nadie sepa que la joven sigue con vida.

Anabela se asombra porque el Halcón asegura que tendrá que cumplir su promesa de cuidarlo y sanar su corazón.

Guayano insiste en que Anabela es el ángel que Dios le envió al Halcón para que entienda que nunca lo ha abandonado.

Morana logra alcanzar a Elvis para explicarle por qué le ocultó que era su tía, pero el niño no le cree y sale corriendo.

Enrique piensa que Morana y él deben olvidarse de la idea de quitarle a Celia su hijo.

Anabela conversa con el Halcón sobre su pronto regreso a la ciudad cuando Guayano los interrumpe para mostrarles la noticia del periódico.

En un nuevo día, Anabela, Guayano y el Halcón se disponen a ir en busca de la avioneta para viajar a la ciudad.

Rubén sufre un fuerte impacto al encontrar en la oficina de Morana a Anabela.

En la pensión, un celoso Rubén encara al Halcón, exige saber qué quiere el hombre con Anabela.

Ignacio trata de interceder a favor de Rubén ante Anabela, pero la muchacha se niega rotundamente a hablar sobre el joven.

Rubén y el Halcón quieren caerse a golpes nuevamente defendiendo cada cual su derecho sobre Anabela; Alcides intenta evitar la pelea.

Rómulo y Marinés invita a Rubén y Morana a ir a una discoteca de moda con ellos.

El Halcón se ilusiona cuando Anabela asegura que el día que logre sacar de su corazón a Rubén, lo buscará a él para que sea su nuevo amor.

Cuando empieza la ceremonia de Morana y Rubén, Ignacio asegura que Rubén se está casando con documentos falsos.

Bienvenido se siente morir al ver a los chicos cantando y bailando junto al Arcángel en el escenario del concierto.

Ignacio cree tener a Morana en sus manos y le muestra a Rubén el sobre que encontró detrás del cuadro con el nombre de Anabela.

Ignacio acepta comprar las acciones de Alas del Caribe a nombre de Anabela, le muestra a Rubén las fotos de Humberto.

El Halcón se acerca sigilosamente a Anabela, está a punto de ponerle el amuleto para ganarse su amor.

Morana le sugiere a Rubén salir de vacaciones llevando a Elvis con ellos lo que le hace pensar al hombre que la mujer se casó para estar cerca del niño.

Pasados algunos meses, se celebra el “Baby Shower” de Dulce cuando la chica siente un fuerte dolor y rompe fuente.

Dulce lucha por alumbrar a su hijo, sigue las indicaciones del Halcón pero esta extenuada y sin alientos para continuar.

después de oír la historia que le ha contado Ignacio, Rubén le pide que se entregue para así tener al menos un motivo para sentirse orgulloso de él.

Morana visita a Raquel para exigirle que se marche urgente del país, las mujeres se sobresaltan al oír el timbre.

Victoria trata de hacer entender a Anabela que puede estar cometiendo el error más grande de su vida al casarse con el Halcón sin amarlo.

En plena calle Celia y Morana discuten y se golpean ante la mirada curiosa de los vecinos, Enrique llega para separar a las mujere.

Divina le pide a Elvis que le busque la cartera, y aprovecha Morana para abordar al niño y así convencerlo de que se vaya con ella.

Sin creer en la inocencia de Morana, Celia insiste en que le diga donde tiene a Elvis, está convencida de que ella lo secuestró.

Divina reza para que su nieto aparezca, al sonar el teléfono todos corren a contestar pero es Divina quien atiende.

La conversación entre Anabela y Rubén es interrumpida por la llegada de la policía quien detiene a Anabela.

En la oficina del Comisario, Sixto, Arturo y Rubén presentan las pruebas en contra de Morana.

Ante Zuzú y Victoria, Anabela jura vengarse y olvidarse de Rubén

Reina Patricia se ha aplicado una prueba de embarazo, Dulce la sorprende e indaga quién es el padre del bebé que espera su hermana.

Al amanecer, Anabela y Rubén, desnudos, aún duermen abrazados, se abre la puerta y entra un hombre a quien sólo se le ven los pies.

Anabela dolida con la confesión de Reina, que ella y Rubén mantenían su relación a escondidas porque él estaba casado con Morana.

En el apartamento de Rómulo, Rubén toma para olvidarse de sus penas, Dulce al verlo se compadece y quiere decirle la verdad.

Divina y Bienvenido discuten por la supuesta infidelidad del hombre cuando repentinamente éste siente mareo y cae al suelo.

Angelina le confiesa a Divina que Bienvenido está al borde de la muerte y la única forma de salvarse es operándolo.

En el restaurante, Anabela es conducida por Jackson, mientras el hombre misterioso los sigue sin ser visto.

Ignacio habla con el Lampiño, vía celular, cuando entra Daryerling asustada por la fuga de Morana.

Anabela no reacciona, Dulce llama a Rubén y a Alcides pero no logra comunicación por lo que decide llamar a don Arturo para pedirle ayuda.

Para que Ignacio entre en razón y deje a Morana, Rubén trata de manipularlo con el amor de hijo.

Ignacio obliga a Morana a firmar los documentos antes de montarse en el avión. La mujer aprovecha un descuido de Urquiaga y tras desarmarlo lo amenaza de muerte.

Rubén, Totó y Anabela esperan noticias sobre la salud de Reina Patricia, la enfermera llega en busca de Anabela.

El grupo de hombres comandado por Bienvenido queda sorprendido al percatarse de que fueron llevados al lugar bajo engaño para el casamiento con sus amadas.