Los Pitufos (Doblado)

El pitufo Genio tiene una idea revolucionaria: un carruaje autónomo que se mueve por unas vías férreas y que ayuda con el trabajo en la aldea, hasta que Gargamel se topa con él.

Las cajas de broma del pitufo Bromista ya no hacen gracia a los demás pitufos. Bromista aprende nuevas bromas que tampoco gustan. Gargamel también tiene bromas propias.

Gargamel tiene que encontrar una enorme cantidad de oro antes del anochecer o todas sus posesiones le serán arrebatadas. Los pitufos ayudan a su archienemigo hasta un límite.

Una aldea de casas con forma de champiñón seguro que es muy bonita, pero no muy moderna, según el pitufo Arquitecto. Lo que necesitan los pitufos son rascacielos.

El pitufo Armonía ya no es querido en el Coro Pitufo: desafina mucho. Papá pitufo le da un amuleto que lo convertirá en un virtuoso. Y por ahí viene Hogata.

El pitufo Curioso tiene una idea: ¿por qué no imprimir una hoja con todas las noticias de la aldea? Las cosas no salen como previsto cuando Papá pitufo encuentra superpitufresas.

El pitufo Indeciso no es capaz de decidirse sobre nada. Los otros pitufos lo llevan al bosque para una prueba de supervivencia en la que debe encontrar el camino a casa.

Una gota de la nueva pócima de Papá pitufo cae sobre el libro de los pitufines y Don Pituzorro cobra vida. Él quiere librar a los pitufos del malvado Gargamel y lo captura.

Escrúpulo, el ayudante de Gargamel, encuentra el Gran libro de los hechizos de su maestro y pide el poder para ser el hechicero más poderoso del mundo.

Gargamel piensa que crear a Pitufina fue el mayor error de su vida. Si pudiera devolverla a su malvada versión original, podría atrapar a los pitufos. ¿Volverá Pitufina a ser mala?

Intentando evitar sus tareas, el pitufo Perezoso encuentra un pozo muy peculiar: todo lo que baja en su cubo vuelve como nuevo, ¿pero es eso bueno?

¿Qué es ese ser del bosque? Parece un pitufo, pero hace ruidos como la ardilla que lo acompaña. ¿Y por qué Papá pitufo habla del pitufín perdido?

Hace siglos que Abuelo pitufo no veía un viejo juguete. Se lo dieron a Papá pitufo hace tiempo y no recuerda qué hacía. Bebé pitufo sabe que tiene sorpresas para todos.

Un cazarrecompensas llega a la choza de Gargamel. Por un precio, siempre consigue lo que busca. Gargamel le ofrece oro para que capture a los pitufos.

Gargamel tiene una fórmula para crear tormentas. Logra que salga volando no sólo su casa, sino también la Aldea Pitufo. Por suerte los pitufos pueden contar con el pitufo Leñador.

Decepcionados con la vida monótona de la aldea, los pitufines se van a vivir con el pitufo Salvaje. A Gargamel se le ocurre una horrible forma de acabar con los pitufos.

Gargamel piensa que si los pitufos siempre son más listos que él es porque ellos son 100 y él sólo es uno. ¿Pero y si multiplica por 100 su inteligencia con una poción?

Pitufina ha elegido su estrella de la suerte, que será siempre suya si pide deseos desinteresados. Pitufina elige malos deseos, su estrella cae del cielo y Gargamel la quiere.

El pitufo Fortachón solía ser el más fuerte y más en forma de los pitufos, pero desde que llegó el pitufo Salvaje ya nadie le hace caso. ¿Qué puede hacer Papá pitufo?

Solomon El Adivino tiene un amuleto que permite al portador ver el futuro. Se lo da con gusto (quizá demasiado) al pitufo Poeta, quien a partir de ahora podrá saber qué se avecina.

Al nuevo amigo de los pitufines le gusta hacerle jugarretas a todo el mundo. ¿Cómo reaccionará Gargamel cuando sea víctima de una de sus retorcidas bromas?

No hay nada que Sassette disfrute más que recortar muñecas de papel, pero la pócima de revitalización de Papá pitufo cae sobre sus creaciones con resultados imprevistos.

Abuelo pitufo lleva a los pitufines y a Sassette a visitar a la gente abeja. De repente un grupo de saqueadores ataca a la gente abeja y los pitufos se ven atrapados en la pelea.

En el Día de la amistad los pitufos son especialmente amables los unos con los otros. ¿No destruirá Clorhidris esos sentimientos? ¿Podrán los pitufos cambiar las flechas de Cupido?

Hay que ver a Abuelo pitufo contando historias. Son relatos fantásticos y largos. Esta vez se deja llevar tanto que la pócima con la que estaba trabajando se derrama.

El pitufo Robotín se siente tan solo que, por compasión, Genio le construye una compañera. Lo malo es que pitufo Robotina no sabe que debería evitar a Gargamel.

Morphio, el señor de la Tierra de las pesadillas, tiene visita: Gargamel, cuyo objetivo en la vida parece ser dar problemas a los pitufos. Juntos van a robar las ovejas del sueño.

Es la carrera en barco anual y todos los pitufos han diseñado su propia embarcación. Gargamel puede predecir cuándo llegarán los barcos a un recodo y les prepara una sorpresa.

El pitufo Poeta decide escribir un libro. Encuentra un libro en blanco con una tapa ornamentada y comienza a plasmar su imaginación, pero cosas raras empiezan a pasar en la aldea.

¿Adónde han ido todas las ardillas? El pitufo Salvaje está preocupado. Lo estaría aún más si conociera el horrible plan de Hogata para hacer tónico capilar.

Jugar a la pelota es divertido un rato, pero se vuelve aburrido tras un par de siglos. Un pitufo soso inventa un juego en el que hay que meter una pelota en un hoyo con un palo.

Posar para una escultura es agotador y no puedes evitar moverte un poco. Papá pitufo halla un modo de ayudar a que los modelos se estén quietos, pero hay inconvenientes.

La racha de buena suerte de 200 años de los pitufos llega a su fin cuando Gargamel encuentra el castillo de Dama Fortuna y procede a manipular la Rueda de la fortuna.

Gargamel cambia por error su edad con la de su ayudante Escrúpulo. El malvado brujo va a usar su juventud para intentar atrapar tantos pitufos como pueda.

Hay pocas cosas que a Abuelo pitufo le gusten más que contar historias de miedo. Hay pocos pitufos a los que no les guste escucharlas, pero a veces son demasiado para Filósofo.

La ardilla favorita del pitufo Salvaje desaparece y él se siente solo. Sus ojos sólo se iluminan cuando Pitufina está cerca. Los demás pitufos también notan interés en ella.

El pitufo Vanidoso cuida su apariencia y hace de todo para evitar la más mínima imperfección en su atuendo. El pitufo salvaje es... salvaje. Cuando están cerca, saltan chispas.

Gargamel llega a la conclusión de que si fuera más rápido, podría atrapar más pitufos. Mientras tanto, en la aldea los pitufos desearían que el pitufo Salvaje fuera más despacio.

La música que a los pitufines les gusta tocar pone de los nervios a los demás pitufos, pero en el bosque encuentran a un amante de la música que creen tiene buen gusto.

Dos sabios buscan pruebas de la legendaria tribu de pequeña gente azul. Gargamel oye que darían dinero por pruebas y les muestra artefactos que pertenecen a los pitufos.

Escrúpulo, el aprendiz del malvado brujo Gargamel, se entera de que el cachorro de los pitufos ha mordido a su maestro y le dice que a medianoche se convertirá en perro.

Pitufina conoce a una gitana en el bosque, que le da un vestido de muchos colores. ¿Cómo iba a saber que esa mujer era en realidad Gargamel y que el vestido estaba hechizado?

Si hay algo que Clorhidris odie es la alegría y el amor de la Navidad. Por eso roba el costal mágico de Santa Claus. Lo que no sabe es que dentro se oculta el pitufo Gruñón.

Vivir solo y su obsesión con los pitufos pasan factura a Gargamel. Conoce a la bruja Evelyn y se enamora. Haría de todo por ella, hasta capturar pitufos para dárselos como regalo.

Son las primeras Navidades de Salvaje y está impresionado. Abuelo pitufo y Sassette le enseñan el verdadero significado de la Navidad cuando ayudan a una pareja de ancianos.

Cuando su oso huye, el arisco Malakoff piensa que será su ruina, pero logra hacerse con un espectáculo mejor: los pitufines. ¿Podrán Filósofo y Salvaje traer de vuelta al oso?

El amado cachorro de los pitufos bebe agua contaminada y se pone muy enfermo. Papá pitufo dice que sólo tocando el cuerno de un unicornio se podría salvar. ¿Encontrarán uno?

El pitufo Nadie quiere desarrollar una personalidad y obtener reconocimiento, pero fracasa. ¿Deberá ser siempre el pitufo al que nadie hace caso? ¿Encontrará su personalidad?

Para el pitufo Vanidoso no hay mayor satisfacción que ver su propia imagen. Cuando conoce a un diablillo que lo admira, cree haber encontrado a su mejor amigo.

Ningún pitufo tiene tiempo para jugar con los pitufines. Van a visitar a Padre Tiempo, se topan con el Río del tiempo, que transporta todo el tiempo del mundo, y pasa un accidente.

Hay un nuevo árbol en la Aldea Pitufo creado por Papá pitufo y Madre Naturaleza. Su savia es elástica y hace rebotar a las cosas. Todo se complica cuando aparece el pitufo Torpe.

La valentía de Fortachón es recompensada cuando salva a la princesa Gertha y su padre, el rey, insiste en que se case con ella, pero Fortachón no tiene ganas de ser de la realeza.

Bebé pitufo se pierde mientras lo cuidaba Torpe. Filósofo insiste en que haya un juicio. ¿Cómo se defenderá Torpe? ¿Olvidará Filósofo que originalmente él estaba a cargo de Bebé?

El pitufo Torpe nunca ha sido muy hábil, pero cuando Homnibus le da un amuleto, se convierte en el pitufo más habilidoso. Los demás de repente se sienten patosos y lentos.

Los pitufos tienen que hallar un modo de incubar un huevo de buitre para salvar al bebé que hay dentro. Y resulta que el malvado Gargamel tiene una forma de transformarse en ave.

La Aldea Pitufo está protegida por un hechizo que hace imposible dar con ella, salvo que un pitufo te lleve, pero el hechizo va a decaer en unas horas y por ahí anda Gargamel.

Ser Papá pitufo tiene sus desventajas: como ser interrumpido hasta en medio de un experimento delicado. Papá pitufo se plantea que lo reemplace un pitufo que tome decisiones.

Filósofo es el parangón de la etiqueta, el epítome de la corrección, la encarnación de todo lo que es aburrido y pretencioso. Sufre por ser diferente, pero está en grave peligro.

Travieso intenta asustar a todo el mundo con su marioneta dragón, pero un líquido mágico de Papá pitufo cae sobre ella y cobra vida, poniendo en peligro a Travieso.

Todos los días es la misma rutina. Pitufina está aburrida. ¿No sería más divertido un viaje en barco por altamar? Da la casualidad que el pitufo Soñador está planeando un crucero.

Los pitufos evitan el contacto con los humanos, pero Sassette es feliz de ser amiga de una brujita llamada Melina, cuyos hechizos suelen acabar en desastre.

Gargamel transforma a tres pitufos en monedas de oro. ¿Podrá Papá pitufo revertir el cambio? ¿Y dónde están? No en la choza de Gargamel, porque unos ladrones robaron las monedas.

Va a haber una fiesta en el castillo del rey y Peewit, el bufón de la corte, invita a los pitufos al banquete. Allí descubren que el chambelán está robando las posesiones del rey.

A pesar de las advertencias de Abuelo pitufo de que no se debe sacar animales de su hábitat, los pitufines vuelven de una excursión con una criatura, al principio, encantadora.