Los Pitufos (Doblado)

Un bebé pitufo aparece en el pueblo y todos se encariñan. Pero es un malentendido y la cigüeña vuelve a por él. Pintor y Gruñon se encariñan tanto que la cigüeña se los devuelve.

El día del inocente pitufo no es tan divertido cuando Gargamel pone un tapón para captar al pequeño e inteligente pitufo. Papá Pitufo pide ayuda a Pitufopluma.

Con una receta de Homnibus, Papá pitufo crea un palo mágico que Torpe pierde en el bosque. Gigantón los visita y Papá pitufo encuentra el palo, con el que logra que se vaya.

Los pitufos preparan el Festival de las estrellas. Gargamel cuela a una criatura entre ellos, cuyo olor puede guiarlo hasta la aldea. Papá pitufo pide que sea regresada a su casa.

Se crea una brigada de bomberos para combatir las llamas de la cocina de Goloso. Descubren que Gargamel les ha quitado el agua, pero su presa es débil y se destruye.

Las pinturas de Maestro teletransportan a sus modelos en el cuadro para siempre. Papá Pitufo le dice a Pintor que cambie las pinturas y Maestro acaba en un cuadro junto a Pitufina.

Gargamel quiere volar sobre la Aldea Pitufo para atrapar a un pitufo que llevar a su convención de magos, pero fracasa y vuelve a ser el hazmerreír de la convención.

Unos melones crecen por todo el bosque gracias a una pócima. Los pitufos usan sus flores como teléfonos. Antes de que Gargamel siga sus voces, las flores se convierten en melones.

Buscando algo nuevo, Vanidoso se pone un gorro hecho por Gargamel y su cara se vuelve horrible. Papá pitufo le arrebata el antídoto al hechicero y Vanidoso vuelve a ser bello.

Genio, Filósofo, Torpe y Pitufina descubren el reloj de arena del tiempo. Debido a un error, el tiempo empieza a girar erráticamente para todos los pitufos.

Hogatha se disfraza de premio de oro para ver a los pitufos y poder usarlos como ingredientes de belleza. Vanidoso la consigue que pruebe su receta y acaba llena de barro.

Gracias a un experimento, Torpe puede almacenar infinita información en su memoria. Gargamel lo captura y pide la fórmula de la invisibilidad, pero Torpe lo engaña.

Cuando la casa de Filósofo se incendia, se muda a la casa de sus amigos pitufos y uno tras otro lo echan, porque es un entrometido.

Papá pitufo da a Debilucho una crema que restaurará su fuerza. Es premiado por sus valerosas muestras de fuerza y su confianza despega cuando descubre que la crema es mermelada.

Armonía firma un contrato con el Fantasma Escritor para una sinfonía, que lo aprisiona. Papá pitufo pide un juicio. Armonía es liberado y el fantasma es condenado por plagio.

Papá Pitufo organiza un grupo para navegar por una isla lejana ya que Gargamel ha cortado todos los árboles. Gargamel los sigue pero la bruja envía a sus gaviotas detrás de él.

Hogata le promete a Gargamel un silbato mágico si le presenta al brujo de sus sueños. Se engañan mutuamente: Gargamel se disfraza del brujo y el silbato es para llamar aves.

Gargamel le echa un hechizo a una campana atada a la cola de Azrael, que lo conducirá hasta los pitufos. Papá pitufo lanza un contrahechizo que lo lleva hasta Gigantón.

Fortachón se viste como Pitufina para alejar a Piltkin, un gnomo enamorado. Excavan bajo tierra y conocen a una mujer gnomo, que se enamora de Piltkin y este se olvida de Pitufina.

Hogata obtiene unos pendientes mágicos, que le permiten oír a los pitufos. Sigue los ronquidos de Perezoso, hasta que Armonía hace tronar su trompeta en sus pendientes.

Una princesa es convertida en una bruja y necesita los bigotes de un gato y la lágrima de un pitufo para una pócima. Azrael, Gruñón y Bromista la ayudan sin darse cuenta.

La madre naturaleza está muy ocupada para evocar un arco iris para el festival de los pitufos, así que Papá Pitufo toma prestado su libro de cocina para hacer la mezcla él mismo.

Los pitufos aprenden que la mente es más fuerte que la materia gracias a un engañoso tónico milagroso de un charlatán. Pero Papá Pitufo les hará ver que no es más que un charlatán.

En una misión para interrumpir Halloween, Gargamel y Hogatha capturan a Perezoso, el cual se ha vuelto rojo. Papá Pitufo y los demás liberan a Perezoso y él recupera su color.

Se cierne el desastre cuando Filósofo y Bebé mezclan las fórmulas de Papá pitufo y quedan indefensos ante un ejército de langostas que Gargamel ha soltado en el bosque.

Unos leñadores piensan talar el bosque del rey Gerard mientras está de vacaciones. Papá pitufo disfraza a los pitufos de fantasmas para espantar a los leñadores.

Como Gargamel quiere una choza mejor, mira en el Gran libro de los hechizos cómo conjurar un nuevo hogar, pero todos sus hechizos se vuelven contra él.

Granjero oculta su amor por Pitufina disfrazándose y enviándole poemas. Cuando al fin se reúnen, Gigantón los captura y sus esfuerzos por huir fortalecen su amistad.

Gargamel infecta el corazón de Fortachón con odio y lo usa como señuelo para los demás, pero el amor de Fortachón vence al odio y ayuda a sus amigos a escapar de Gargamel.

Los pitufos y Homnibus se hacen amigos de un chico, cuyo amo lo obliga a robar. El malvado ladrón es entregado a los magistrados y el chico es feliz de irse a vivir con Homnibus.

Malcolm, el malvado primo del Rey, le convierte en ciervo para acabar con él. Los Pitufos lo ayudan y tras devolverlo a su forma, Malcom queda preso en el cuerpo del ciervo negro.

El pequeño Enfermizo se convierte en un héroe cuando olvida sus achaques y salva al resto de pitufos de las letales flores del olvido.

Gargamel roba el gorro de cumpleaños de Papá Pitufo para atraer a los pitufos hacia una trampa. Papá Pitufo, engaña a Gargamel para liberarlos, se queda con ese gorro de recuerdo.

Práctico aprende que es mejor haber pitufado que no haber pitufado nunca cuando descubre que su amor verdadero es una sirena. ¿Podrán vivir juntos para siempre?

Los pitufos están muy ocupados probando su fuerza de voluntad individual y no se dan cuenta de que Gargamel ha capturado a Armonía. Papá pitufo engaña a Gargamel y Armonía escapa.

Torpe rompe el espejo de Vanidoso antes de una lluvia de meteoritos. Cuando uno cae sobre la casa de Torpe, todos lo achacan a la mala suerte, pero ven que Torpe no estaba en casa.

Mientras los pitufos construyen cápsulas de tiempo para conservar sus talentos, Papá Pitufo intenta resolver un acertijo druídico antes de que un desastre llegue al bosque.

El hada buena Guinilda da a Goloso una olla mágica. Filósofo hace que se desborde e inunde el bosque. El hada los rescata y entrega la olla a un orfanato de niños hambrientos.

Los pitufos conocen a un elfo de los bosques, quien les enseña la lengua de signos cuando Gargamel usa con ellos una pócima que les impide hablar.

Pensando que Bebé pitufo es un duende, dos furtivos lo secuestran e intentan que les diga dónde está su olla de oro. Papá pitufo organiza a los pitufos para que los ataquen.

Haciendo un recado para Papá pitufo, las criaturitas azules conocen a una bruja, le enseñan a ser buena y provocan que otra pierda sus poderes durante un año al caer al río.

La ilusión de la Navidad se ve frustrada cuando Clorhidris hechiza a San Nicolás para que no pueda repartir felicidad en Navidad.

En el distante Valle de Nodrog, los Pitufos se encuentran con El Molians, que quiere conseguir la Pitufo-Piedra que Papá Pitufo necesita para curar.

Los pitufos aprenden a valorar su aldea cuando Gargamel conjura un nuevo sitio más bonito para que vivan, un lugar propicio para ponerles trampas.

Los pitufos se hacen amigos de una damisela en apuros, que está prometida a Gargamel, convenciendo a su padre de que el tonto hechicero está loco.

Los pitufos ayudan a la reina hada a engañar a la malvada hada Fallon que intenta quitarle a su hijo su sonaja mágica.

El pitufo Natural está convencido de que puede sanar a todas las criaturas, hasta a Azrael, quien sana bien, pero en vez de quedarse con los pitufos, aleja a su amo de la aldea.

Soñador desea ser rey. Cuando va en barco es tragado por un remolino y llega a la tierra de los enanos, que lo coronan rey. Tras golpearse la cabeza, descubre que era un sueño.

Periwinkle, un hada vanidosa, se enfada cuando su espejo le dice que Vanidoso es el más bello. Lo secuestra, pero los demás pitufos lo rescatan y Periwinkle reconoce su error.

Los pitufos descubren el espíritu deportivo, la alegría y la amistad al realizar sus primeros "Juegos Pitufos". Se ponen en forma después de casi perder contra el gato Azrael.

Patoso y sus desventuras le llevan a través de un río a un lugar desconocido. Allí conoce a los duendecillos, unas adorables criaturas.