Mujer Con Pantalones

Micel toma su violín y comienza a tocar. De pronto, Salvador y Juan José arriban a la fiesta. La joven se siente descubierta.

Salvador encuentra a Paulina acostada seductoramente sobre la cama. Se percata de una foto familiar y descubre que María Suárez es Micel Torrealba.

Salvador se quiere llevar a María. Juan José también. El capataz se ve obligado a preguntarle con cuál de los dos desea irse.

Salvador le confía a “María” su sospecha de que Pedro Pablo Torrealba fue el causante de la muerte de su padre.

Leticia se niega a decirle la verdad a Neptalí pues él está muy ilusionado con la idea de ser padre.

Paulina premeditadamente besa a Vega. Las amigas quedan paralizadas ante lo que ven.

En la caballeriza, Micel se acerca a una yegua que está próxima a parir. Encuentra un sobre y se extraña al ver que está dirigido a ella.

Tras detener el incendio, “María” reconoce que fue ella quien produjo el desastre

A solas, Juan José reitera que no ama a Esther pero “María”, restándole importancia a ese asunto, le revela que el Isleño está muerto.

Micel supone que Salvador descubrió su verdadera identidad cuando vio la foto. Se indigna porque él la ha estado engañado.

A María Benita no le agrada el regalo que recibió Salvador porque don Torrealba no es de confianza.

Mayorga le confiesa a Salvador que suprimió datos del informe forense de Ángel porque lo amenazaron con asesinar a su familia.

Micel le asegura a Paulina que no tiene nada con Rondón. Molesta, le advierte que no haga de ese malentendido un problema familiar.

Micel desea aclarar las dudas. Salvador observa la luz de la alarma. Ambos se preocupan. De pronto, entra la diseñadora exigiéndoles una explicación.

Moreno afirma ante su esposa, Salvador y Micel que ésta última se infiltró en la compañía para averiguar quién extorsiona a los campesinos.

Un dolido Pedro Pablo interroga a Micel, su hija consentida, sobre los motivos de su engaño.

Micel afirma que se hizo pasar por “María” para averiguar quiénes extorsionan a los campesinos en nombre de Aceites Torrevega.

Más tarde, Vladimir invita a Vega a un restaurante para conversar de negocios.

Tras recordar que los Torrealba destruyeron a su familia, Vega reconoce que regresó para vengarse de ellos.

Pedro Pablo sufre al pensar que Micel está pagando por todos sus pecados. De pronto, siente un gran dolor. Pide auxilio mientras se desvanece.

El doctor informa que el corazón de Torrealba está bien y manifiesta que ha sido víctima de un envenenamiento progresivo.

Al toparse con Micel, Juan José la insta a conversar.

Los funcionarios trasladan a Vega hasta la patrulla. Micel no puede dejar de afligirse al ver a su amado en esa situación.

A solas, la violinista le advierte a su hermano que, le guste o no, se quedará en la compañía para defender los intereses de su padre.

Salvador, somnoliento, imagina que está besando a Micel pero se trata de Paulina. Al percatarse la situación, intenta separarse.

Al toparse con Salvador, Micel le propina un golpe mientras afirma que es un traidor.

Micel echa a Vega del apartamento. Mientras Torrealba afirma cuánto lo odia, él manifiesta que su amor por ella nunca se extinguirá aunque se mantengan separados.

Pedro Pablo tras agradecer a Salvador el haber pagado la multa, se muestra preocupado ante la desconfianza de los clientes por su producto.

Juan José ingresa al calabozo de Micel. Ambos comentan con indignación que la rubia fue liberada mientras Torrealba pasará la noche en prisión.

Luego que María Isabel le agradece que la hiciera sonreír, Juan José la besa con dulzura en los labios.

El joven Torrealba aparece con el rostro golpeado para informarle a la Sra. Torrealba que raptaron a su padre.

A la salida de la tasca, Juan José cree conveniente que Micel se vea con un médico pero esta se niega pues siente una gran angustia al no saber de su familia.

La enfermera desea saber qué le ofrece el secuestrado a cambio de ayudarlo a escapar.

Gómez entra al cuartucho de Pedro Pablo acompañado de Vladimir con el rostro cubierto para no ser identificad.,

Vladimir escucha cuando María Isabel pretende llamar a la policía. Decidido, le advierte que no se comunicarán con las autoridades.

El capataz, furioso porque entiende que su adorada lo está utilizando para despertar los celos de Salvador, la besa a la fuerza. Vega los observa a distancia.

Salvador le propone matrimonio a Micel a cambio de compartir el control de Aceites Torrevega.

Cristina y Vladimir planean vender las acciones de la empresa a los inversionistas mexicanos, Micel sin ser vista, oye la conversación.

María Isabel rechaza las explicaciones de Juan José. Él asevera que el embarazo de Esther es un error.

La violinista se prepara para la ceremonia. La triste novia se mira en el espejo anunciando que continuará con sus planes.

Pedro Pablo intenta convencer a Micel de que desista de su decisión pues duda que esa unión garantice que Salvador cumpla con su palabra.

Salvador entra en su casa portando las maletas de María Isabel, quien, dudosa, aguarda en el umbral de la puerta.

Ante la paralización de la planta. María Isabel está dispuesta a defender a los trabajadores; así tenga que enfrentar a su esposo.

Pese a que Vladimir le asegura que es inocente de sus acusaciones, Vega insiste en cobrarle cada una de sus acciones en contra de su familia.

Salvador le confía a Armando su admiración por Micel. Como la violinista se entera de que el recién llegado viene de México, indaga sobre el paradero de Lorena.

Salvador y Armando discuten asuntos de trabajo hasta que Micel los interrumpe. De repente, Guillermina les informa que los peones se amotinaron.

Al sentirse abandonado por sus compañeros, Osorio decide tomar como rehén a María Isabel, a quien apunta con el arma en la cabeza.

Micel sale de la habitación con premura. Le informa a una enfermera el delicado estado de su marido.

Armando le dice a Salvador que no debería creer tanto en que Micel lo ama y le cuenta que la vio bailando muy sonriente con Juan José en la plaza del pueblo.

Micel se sorprende cuando Salvador le pide que se aleje de él pues no quiere seguir haciéndola sufrir.

Micel lee las cartas que encontrara en el despacho del difunto Angel y corrobora que el hombre y Cristina, su madre, eran amantes.

Pasados unos días, Micel comenta con Neptalí que la actitud de Salvador ha sido muy extraña últimamente y ella teme que él esté preparando algo en su contra.

Micel encuentra a Salvador en la playa y le declara su amor. La pareja se besa apasionadamente.

Micel ha ganado la competencia en moto de agua. Salvador, feliz, le propone ser su esclavo de por vida.

Pedro Pablo se presenta en la casa Vega para advertirle a Micel y a Salvador que se arrepentirán de haberse equivocado con él.

Vladimir le sugiere a Micel que entregue a alguien de la familia las acciones que le diera Salvador. Ella, suspicaz, lepregunta si se refiere a él mismo.

Salvador comenta con Argüello que deben averiguar quién mató a su padre

Ya en su habitación, Micel y Salvador se reconcilian y se besan apasionadamente.

Enfurecida, Micel enfrenta a Salvador. Lo amenaza con marcharse, si Lorena permanece en la casa.

Cristina visita a Pedro Pablo, quien está dispuesto a revelar los secretos que escondía Ángel sobre el verdadero asesino.

Micel enfrenta a Lorena, quien le reclama por la situación de la compañía.

Micel entra en la casa tratando de hacer le menor ruido posible. Se sobresalta al ver a Salvador sentado en una silla esperándola.

María Isabel se molesta ante la escena de celos de su marido. Esther desea que presencie una importante conversación que mantendrá con Salvador.

Micel y Juan José entran al bar mientras Salvador los observa desde lejos. Vega piensa que su esposa lo está engañando con el capataz.

Esther asegura ante Salvador que Juan José le confesó que Micel y él son amantes desde hace tiempo.

Micel trata de hablar con Salvador. Tras burlarse de ella, Lorena le informa que está viviendo con Vega y que tienen muchos planes juntos. Micel sufre.

Micel busca el perdón de su amado; el amor borra las diferencias y Salvador y Micel se entregan a la pasión.

Juan José aboga por Micel frente a Salvador pero Vega no le cree, jura que destruirá a la joven.

Tras hacer el amor, Micel, emocionada, abraza a su marido. Éste se aleja en silencio dejando intrigada a su esposa.

Armando le hace ver a Salvador que Micel jamás lo traicionó. Considera que Vega cometió un error al creer que su esposa lo engañaba.

En medio de su discusión con Vladimir, Salvador recibe la inesperada visita de Micel, quien le señala sus intenciones de divorciarse.

En la pasillo de los tribunales, Julia se torna cínica ante Micel, Neptalí y Teresita. Anuncia que el asesino de su marido por fin será juzgado.

Un imponente Salvador le hace saber a Pedro Pablo y a Vladimir que continúa mandando en la compañía.

Pedro Pablo se muestra arrepentido por su trato hacia Micel, quien llora desconsolada mientras se refugia en los brazos de su padre.

Juan José le declara su amor a Micel pero ella asegura que no lo quiere y duda que logre amarlo algún día.

Salvador jura ante Armando que hará que Micel pague por el sufrimiento que le causó su traición.

Salvador le muestra a Micel las pruebas de que Vladimir fue el causante de la ruina de la empresa.

Tensión al llegar la bailarina. Neptalí y Leticia proponen un brindis en honor a Micel cuando son interrumpidos por Salvador.

Salvador, furioso, le exige a Neptalí que le diga en dónde se encuentra Micel.

El médico le advierte a Salvador que la joven no podrá viajar. Con alta presión arterial, pone en riesgo su vida.

Micel regresará a la empresa, le advierte a Salvador que no la toque. El joven le dice que él se conforma con tenerla cerca.

Micel almuerza con los operarios cuando Salvador se les acerca a saber qué hace su esposa ahí. La joven se molesta. Vega apenado frente a los obreros.

Salvador no acepta que ama a Micel y asegura que su intención es que la joven pague por haberlo traicionado.

El asombro se apodera de Micel luego que Teresita le confiesa que el bebé que ella creía muerto, al parecer, vive.

Lorena consigue enfurecer a Salvador, quien asegura su venganza así tenga que destruir a la mujer que ama.

Tras despertar, María Isabel le exige a Vega que se largue pues prefiere que su familia se haga cargo de ella.

Salvador se presenta en casa de Neptalí y se sorprende al encontrarse con Micel vistiendo una prenda materna que Leticia le regaló.

Micel piensa en Salvador antes de agradecerle a la vida que le permita sentir la dicha de ser madre.

Julia le dice a su nuera que por experiencia sabe que sus malestares son propios de un estado de preñez. Micel se sorprende.

Micel acude a un llamado que le hiciera Julia. Se sorprende cuando la señora asegura saber que el hijo que ella espera es de Salvador.

Micel le entrega un cheque a Vega para asegurar las acciones de su padre en la empresa; el oculta que ya hizo negocio con Vladimir.

En medio de su discurso, Vega anuncia que es el único dueño de las empresas Torrevega ya que posee la totalidad de las acciones.

Micel intenta darle ánimos a su padre y le jura que se vengará de Salvador a toda costa. Pedro Pablo se alarma por el odio de su hija.

Armando decide revelarle a Salvador que María Isabel está embarazada. La sorpresa se apodera de Vega.

Salvador precisaa Juan José acerca de la paternidad del bebé que espera Micel. Ante su indiferencia, Vega lo amenaza.

Micel recibe la inesperada visita de Salvador que presiente que el bebé le pertenece, necesita que ella se lo confirme.

Todos se sorprenden ante la inesperada visita de Micel, con los resultados de ADN que comprueban que él es el padre de la criatura.

Micel consuela a Neptalí. Vega aparece queriendo acompañarlos en su dolor. Ella lo rechaza pues no cree en su compasión.

Pedro Pablo comparte sus ilusiones con Micel y Juan José. La violinista abraza al capataz justo cuando Vega aparece.

Lorena mantiene una conversación telefónica en la que decide desviar la atención de las investigaciones policiales que podrían perjudicarla.

Vega toma a Micel de las manos y confiesa que, a pesar de los errores cometidos, admite que ella es su gran amor.

Salvador aborda a Juan José para admitir que cometió un error al dudar de Micel.

Micel le exige a su marido que abandone el lugar pero éste se rehúsa pues tiene una conversación pendiente con ella.

Vega y su adorada van a la cabaña. María Isabel mantiene su actitud reacia para disimular que se siente conmovida.

Pedro Pablo está consciente que toda la familia contribuyó a crear Aceites la Valenciana, reconocer que Micel fue el impulso mayor.

Micel se sorprende con la presencia de Salvador. Juan José le aclara que fue él quien informó a Vega de la situación.

Vega le deja claro a Lorena que está decidido a reconquistar a María Isabel.

Juan José alcanza a María Isabel, la joven, tras excusarse, se escabulle. En el techo de una casa, se ubica Machillanda con el arma.

Entierro de Paulina. El comisario anuncia que acusaron a Vega de ser el actor intelectual del crimen. Micel no puede creer que su esposo matara a su hermana.

Se da inicio al juicio contra Vega, éste, para sí, anhela que Micel confíe en su inocencia.

Vega anhela que Micel deje de condenarlo, ella, lamenta no poder hacerlo; se dispone a retirarse con Juan José.

María Isabel le indica a Vega que tome el tiempo entre una contracción y otra; Salvador, la asiste mientras le suplica a Dios que proteja a su bebé.

Una desesperada Cristina precisa a su hijo sobre la muerte de Paulina, por lo que Vladimir admite que asesinó a su hermana.

La abogada de Micel le entrega a Salvador la demanda de divorcio; él, lo único que anhela es visitar a su hijo regularmente.

Pedro Pablo le revela a María Isabel que Teresita, quien está con ellos, es su madre.

Zuly le revela a Salvador que Vladimir mató a Leoncio para evitar que lo acusara de ser el asesino de Paulina.

Julia carga a Gabriel Eduardo, aunque Karin trata de impedírselo; María Isabelle ruega que no lastime a su hijo.

Micel sufre un fuerte impacto cuando Wladimir le revela que su verdadero padre era Ángel Vega.

Pedro Pablo decide denunciar a Wladimir ante las autoridades por lo del secuestro.

Julia sorprende a Pedro Pablo desahogando su rabia frente a la tumba de Ángel.

Preocupada por la ciriugía de Salvador, Micel le prometeque cuando salga del quirófano su hijo y ella lo estarán esperando.

Salvador denuncia a Wladimir por haberlo herido antes las autoridades policiales.

Micel se sorprende al ver que la supuesta angustia de Cristina no es más que una trampa de Wladimir.

Julia se pone nerviosa cuando Cristina, en medio de su discusión, sugiere que pudo haber sido ella quien mató a su esposo.

Wladimir insiste en mantener a Julia y Lorena cautivas y le advierte a Salvador que lo matará, después que le entregue todo su dinero.

Micel, Juan José, Cristina y Pedro Pablo escuchan disparos, sale alguien del depósito y explota.

Julia irrumpe en la casa de Cristina y la apunta con un arma mientras la acusa de ser la causante de la muerte de su esposo.

Salvador ha decidido irse del país, Micel le asegura que ella ignoraba lo que hizo Giovanni pero Vega no le permite explicaciones.

Salvador le reitera a Micel que la ama y la seguirá amando por siempre, promesa de amor que se sella con un beso.